Hace dos semanas un vecino de Monte Grande fue reportado como desaparecido y su familia continúa sin contacto con él. Se trata de un jubilado de 83 años que salió de casa para comprar medicamentos, pero todavía no volvió. El hijo, quien lo dejó en la farmacia, en diálogo con El Diario Sur, contó cómo sigue la búsqueda y quién es su padre.
Quién es Ricerio, el hombre de campo de Monte Grande al que buscan hace dos semanas
Ricerio Requelme, de 83 años, perdió contacto con sus familiares en Monte Grande hace dos semanas. Sufría pérdidas de memoria.
Marcelo Requelme, el hijo de Ricerio, no lo ve desde el 12 de junio, por lo que su preocupación es máxima. Además, se incluye el hecho de que su padre necesita medicación diaria.
Ricerio, un hombre de campo
Según comentó Marcelo, quien trabaja como profesor de bachata, Ricerio es un hombre de campo que vivió gran parte de su vida en Catamarca, donde nació y convivió con su mujer y sus animales. "Antes de la pandemia se volvió para Monte Grande, después de que falleció mi mamá. Su rutina es estar acá en casa, armar su quinta en el fondo del terreno, salía a comprar por acá cerquita, aprovechaba y hablaba con vecinos que conoce desde hace años. No hacía muchas cosas".
"Apenas se jubiló se fue para Catamarca, ya que necesitaba volver a visitar a su familia. Lo habló con mi mamá y ella no quería volver, así que le dijo que se iba a volver un tiempo a hacer esa vida de campo que tanto extrañaba", relató el hijo.
"Él allá rescató un caballo que estaba en muy malas condiciones. Podía trabajar con grupos tradicionalistas, pero no quería, él trabajaba sólo. Lo conocían como 'El llanero solitario', porque su caballo era llamativo y andaba con él en los desfiles y diferentes eventos de donde vivía", lo describió.
Sin embargo, la despedida de Ricerio con su caballo fue muy triste, ya que al volver a la ciudad debió venderlo: "Le dolió mucho venderlo y separarse de él. Lo cuidaba demasiado, le daba un buen forraje, las vitaminas inyectables, sus vacunas, lo llevaba a cambiar sus herraduras antes de que se gasten, todo. Cuando lo vendió, lo hizo en un pueblo lejano para que el caballo no lo buscara. Después de un tiempo, un familiar lo llamó a mi viejo, y le contó que habían traído al caballo de vuelta al pueblo, pero que no estaba como él lo cuidaba, que estaba mal, y el se puso muy triste".
Desaparición en Monte Grande: caso e hipótesis
La última vez que Marcelo vio a su padre fue el miércoles 12 de junio al mediodía, cuando se separaron cerca de la Farmacia Roza, ubicada en la calle Alem, en Monte Grande, donde Ricerio debía retirar sus medicamentos para la presión, y luego, volverse a su casa en colectivo, mientras su hijo trabajaba.
Las cámaras de seguridad de la calle lo detectaron a Ricerio esperando el colectivo durante aproximadamente unos 20 minutos. Llegaron dos colectivos, los cuales tapan la visión de la cámara, y al irse el hombre ya no estaba, por lo que se habría tomado uno de los colectivos. No se sabe cuál se tomó.
La búsqueda está a cargo de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) local, que aún no le brindó información a Marcelo sobre avances en la investigación. "Ellos (la DDI) están investigando en todos los hospitales, donde tampoco ha tenido entrada mi padre, ni con el documento, ni como NN (Nombre Desconocido). Tampoco tiene la posibilidad de comprar un viaje a larga distancia, porque los documentos que necesita para eso los tengo acá en casa", contó Marcelo.
Marcelo mantiene una hipótesis propia sobre lo que está viviendo su padre: "Él tiene que comer, tiene que dormir, tiene que higienizarse, tomar sus remedios, que los tenía encima, y para todo esto pasaron muchos días como para que no lo haga. Por lo tanto, alguien le tiene que estar brindando refugio. Debe estar desorientado o la persona que le esta ayudando no se anima a avisar por temor a que la policía le haga algo, pero es cuestión de avisar nomás. Por ahí es una persona mayor que hace el bien, pero no se anima a avisar, o no sabe cómo hacerlo. Es lo que se me ocurre".