El padre Alejandro Luchisano es conocido en la región por su carisma y alegría. Durante cinco años acompañó a la comunidad de la parroquia La Anunciación de Luis Guillón, pero en 2019 fue enviado a México para ser párroco en otro lugar. Este mes se encuentra de vacaciones y eligió la región como destino para comprobar que los lazos que había formado en aquel entonces siguen intactos a pesar del tiempo.
Un cura que marcó de a Luis Guillón volvió de visita a la parroquia luego de cinco años en México
Se fue a México en 2019 y eligió Luis Guillón como destino de sus vacaciones para visitar a la comunidad de La Anunciación. "Es hermoso volver a casa”, aseguró.
En ese marco, El Diario Sur dialogó con él sobre el recibimiento en Guillón y cómo es su vida en México. "Llegué hace una semana atrás para ver a mi familia y a mi parroquia querida, el domingo la Iglesia estuvo llena", contó emocionado Alejandro. Ese mismo día, después de celebrar la misa, los feligreses de la ciudad hicieron una larga fila para abrazarlo e intercambiar unas palabras con él.
"Había mucha gente, hay muchos jóvenes que yo acompañé que me enteré que están casados, con hijos", remarcó el cura. Y continuó: "Tengo muchos sentimientos encontrados, hay gente que encontré viva, y a otra no. Son muchas emociones, porque el Señor me llamó a esta vida y soy feliz en México, pero es hermoso volver a casa".
Alejandro llegó el pasado miércoles y su plan es quedarse en Argentina hasta el 7 de agosto, Día de San Cayetano. Acerca de las actividades que tiene programadas para estos días en el país, comentó: "Hasta este domingo estoy en Guillón, tratando de ver a la mayor parte de la gente, y después me voy a Salta, a ver a mi familia materna". Luego, el sacerdote regresará a Buenos Aires, pero a se quedará unos días en Laferrere. "Creo que voy a volver a Guillón antes de irme a México, porque no voy a alcanzar a ver a todos", agregó.
"Me alegro mucho de verlos y, como siempre digo, hay que seguir remando. El Papa nos dice que somos peregrinos de esperanza, no hay que perderla", sostuvo Alejandro. Y concluyó: "Hay que vivir como si fuera el último día, con ganas, disfrutando del sol, de la familia y del amor que tenemos alrededor. Si miramos solo lo negativo siempre nos va a faltar algo, hay que ver lo hermoso de la vida".
Su vida en México
"Lo que más extraño de Argentina es la picadita y el asado", aseguró a El Diario Sur el padre Alejandro, entre risas. Y agregó: "De Guillón, entre otras cosas, extraño mucho la escuela. Yo soy docente y realmente los 5 años que estuve acá hacía las dos cosas que me gustaban, ser maestro y ser sacerdote. Pero quiero decir que también extraño la parroquia, así no se ponen celosos".
Alejandro llegó a la parroquia Inmaculada Concepción de la Península de Yucatán, México, en noviembre del 2019. "Estuve unos meses conociendo la parroquia, aunque yo ya había estado allá. Después nos agarró la pandemia y yo casi me muero de Covid, estuve realmente muy mal", contó.
"Allá hace mucho calor, este verano llegamos a los 50 grados. Nos levantamos muy temprano, el mercado abre a las 5 de la mañana y ya todos pueden hacer sus compras", comentó acerca del lugar. Además, remarcó que, si bien allá no está a cargo de una escuela, sí tiene muchas actividades por las tardes: "Este año en la parroquia terminamos con 1001 niños en la catequesis". Cabe destacar que Alejandro también está a cargo de 12 capillas de la zona, que son parte del centro de la parroquia.
El sacerdote sostuvo que, a pesar de ser una cultura muy distinta, se siente cómodo. "Hay una frase que dice 'florezco donde me plantan', y esa mi función. El Señor me mandó ahí a llevar un poco de alegría y paz a las familias, es un pueblo con mucha fe y mucho amor a la Virgen de Guadalupe", subrayó.
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