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Ezeiza: liberaron 25 mil mosquitos estériles para combatir el dengue

A partir de noviembre empezarán a liberar 80 mil mosquitos por semana en el Barrio Uno de Ezeiza. Lo hace la Comisión Nacional de Energía Atómica.

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) implementa junto con el municipio de Ezeiza un nuevo método para combatir la enfermedad del dengue: la Técnica del Insecto Estéril (TIE). Se trata de liberar un tipo de mosquitos fluorescentes que no pican ni transmiten enfermedades, por lo que piden no matarlos para que puedan cumplir con el cometido que se busca. Ya liberaron los primeros ejemplares en Barrio Uno.

En el marco de un ensayo de marcación, liberación y recaptura supervisado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la CNEA ya liberó 25 mil ejemplares machos estériles en el Barrio Uno con el objetivo de lograr el control ecológico de la especie portadora de dengue, zika y chikungunya Aedes Aegypti.

Los especímenes liberados son fluorescentes y de color naranja o verde. No pican ni contagian, por lo que no representan ningún tipo de riesgo para el humano y es muy importante no matarlos.

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Ezeiza firmó un convenio con la CNEA y se liberaron los primeros mosquitos estériles.

Ezeiza firmó un convenio con la CNEA y se liberaron los primeros mosquitos estériles.

Se estima que la liberación masiva de más ejemplares, en la totalidad de Barrio Uno, se empezará a hacer en el mes de noviembre y se dará en tandas de 80 mil insectos por semana durante todo un año. Cabe destacar que se espera que el impacto positivo de la TIE se comience a notar tras los cuatro meses de la primera liberación.

De qué se trata la TIE

La Técnica del Insecto Estéril es un método utilizado para controlar plagas de insectos que dañen la producción agropecuaria o que transmiten enfermedades. Se enfoca en ser ecológica, por lo que evita el uso de pesticidas, ya que, en su reemplazo, se liberan insectos esterilizados que, al aparearse con hembras silvestres, no producen descendencia, por lo que la población de insectos se reduciría progresivamente.

El proyecto está financiado por la CNEA, con aportes de la OIEA y la Fundación Balseiro en equipamiento, insumos, capacitaciones y asesoramiento técnico. A su vez, instituciones del municipio colaboran con instalaciones, logística y personal para monitorear las trampas de mosquitos.

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