El pasado 25 de septiembre un hecho marcó la historia de la Fundación Argentina para las personas con Discapacidad (FAPPCODI): se inauguró el primer "Inclukiosco", y queda en Lanús. El emprendimiento tiene como objetivo que los chicos de las escuelas especiales y del Centro de Formación Integral (CFI) de la ciudad puedan realizar prácticas profesionalizantes con el manejo del comercio.
Abrieron en Lanús el primer "Inclukiosco": lo atienden personas discapacitadas
Se encuentra en el predio del Municipio de Lanús y tiene como objetivo que las personas con discapacidad puedan realizar prácticas profesionalizantes.
"Es muy bueno que nos den una oportunidad de demostrar lo que podemos hacer, porque ser discapacitado no significa ser inútil", expresó Silvio Adrián Cataña, fundador y presidente de FAPPCODI.
En diálogo con El Diario Sur, Silvio explicó que el de Lanús es el primer "Inclukiosco" que se abre a nivel nacional, y que la idea es que "los chicos aprendan a atender y administrar este comercio". Luego de capacitarse, el proyecto es que puedan obtener un empleo en los kioscos de las escuelas.
Los alumnos trabajan en turnos de a tres personas, de 8 a 12 o de 13 a 15 horas. Cabe destacar que todas las tareas las realizan acompañados de un Maestro de Inclusión Laboral (MIL) y que, para obtener la certificación que acredite los saberes adquiridos, deberán realizar las prácticas durante 120 horas en total.
"Las empresas o lugares abiertos de la comunidad tendrían que brindarles a los chicos un espacio para hacer las prácticas profesionalizantes, pero el prejuicio que hay con respecto a las personas con discapacidad lo hace imposible", remarcó Silvio. Y agregó: "Estoy muy contento de llevar adelante este proyecto, es un antes y un después para la institución".
El "Inclukiosco" está ubicado en el predio del Municipio de Lanús (Av. Hipólito Yrigoyen 3863) y su creación fue posible gracias a la vinculación entre FAPPCODI, el Centro de Formación Integral N°1 de Lanús, la Escuela N°507 y el COPRET (Consejo Provincial de Educación y Trabajo).
Por su parte, Néstor Hernández, quien es Maestro de Inclusión Laboral (MIL) en Lanús y trabaja en el "Inclukiosco", explicó a El Diario Sur: "Las prácticas profesionalizantes son obligatorias para todos los estudiantes de educación especial. Los jóvenes salen de la institución escolar y deben ser recibidos para realizarlas".
"Si no se insertan laboralmente en algún lugar, los chicos vuelven a su casa", sostuvo. Y aclaró que el COPRET ya cuenta con algunos lugares donde los alumnos pueden realizar estas prácticas, como repositores de mercadería o ayudantes en comercios gastronómicos. "En un futuro, queremos que en el 'Inclukiosco' también puedan aprender a manejar el dinero".
La metodología de trabajo
"La atención que los chicos tienen con los clientes me sorprendió mucho, son siempre muy correctos y amables", comentó en diálogo con El Diario Sur Carlolina Bedoya, quien tiene 46 años y es colaboradora en el "Inclukiosco", donde acompaña a los chicos que se encuentran realizando las prácticas profesionalizantes.
Entre las tareas que realizan los alumnos se encuentran la atención al público y la reposición de mercadería. "Hay chicos que no saben leer o escribir, entonces les enseñamos a identificar los productos por colores o ubicación, una vez que aprenden esto se manejan re bien", explicó Carolina.
"Veo que ellos están súper contentos y pueden atender tranquilamente, cada vez están más sueltos y no se quedan como estatuas cuando viene un cliente", destacó.
Además, Carolina destacó que, hasta el momento, los chicos que realizan las prácticas en el "Inclukiosco" tienen discapacidades motrices o retrasos madurativos.
La historia de la Fundación
En 1994, Silvio Adrián Cataña, que en aquel entonces tenía 21 años, perdió la vista debido a una atrofia de nervio óptico bilateral. "Yo antes estudiaba electrónica, pero cuando me quedé ciego me metí en el mundo de las invenciones para solucionar mi problema, aplicando el conocimiento que tenía", explicó en diálogo con El Diario Sur el vecino.
"Los inventos llevan mucha plata y me di cuenta de que no podía hacerlo solo, así que decidí abrir la Fundación para las personas con Discapacidad en Lanús", recordó.
La FAPPCODI se creó en el año 2000. Hoy en día, 23 años después, Silvio asegura: "Mi sueño es que la Fundación siga creciendo. Me gustaría que en otros distritos den la oportunidad de replicar el proyecto del 'Inclukiosco' para seguir generando posibilidades para las personas que tenemos alguna discapacidad".
Aquellas personas que quieran ayudar, pueden comunicarse con Silvio a través del número 11 5562-4202, o ingresando a la página web fappcodi.org.ar.
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