Este lunes 10 de junio por la tarde, dos hermanos de Gerli, Lanús, comenzaron a discutir por el alquiler de una casa heredada. En el marco de la pelea, uno de ellos sacó un arma y le disparó diez veces a su hermano. Cuatro tiros impactaron en la víctima, la cual no logró sobrevivir. El asesino, luego, intentó suicidarse
La víctima fue identificada como Osvaldo Sensori quien, tras varias amenazas, fue atacado por su propio hermano en medio de las calles Coronel Burela y General Donovan. Cabe destacar que el menor de los hermanos, Carlos, el agresor, es paciente psiquiátrico y posee antecedentes penales.
El padre de los jóvenes había fallecido hace tan solo una semana, y pocos días después, Carlos se enteró de que la casa y la tutela habían quedado a nombre de Osvaldo, lo que no fue de agrado para el hermano menor, por lo que fue a amenazarlo y terminó matándolo.
Las amenazas comenzaron el pasado viernes 7 de abril. La gravedad de las mismas era tal, que Osvaldo decidió denunciarlo y, gracias a la justicia, se le aplicó una restricción perimetral de 200 metros. A pesar de ello, esa misma noche, el hermano fue a la casa y comenzó a disparar al aire.
La familia la hizo una segunda denuncia a Carlos y la policía llegó al instante, pero el hermano menor argumentó su accionar diciendo que eran solo fuegos artificiales, por lo que no fue detenido. Las amenazas siguieron día a día hasta el lunes, en el que Carlos, a bordo de su bicicleta, se cruzó con su hermano y lo mató.
Las amenazas de Carlos
Gracias a las investigaciones, se dieron a conocer algunos audios amenazantes de parte de Carlos hacia Osvaldo, en los que le recriminaba la falta de atención, debido a que su hermano mayor era contador y le decía que no podía ayudarlo porque tenía mucho trabajo.
"Osvaldito, no amenaces. Osvaldito, yo te puedo matar hijo de puta. Yo puedo vivir hasta los 80 y me como una perpetua, ¿Sí? Vivo piola. No tengo para comer. No estoy comiendo. ¿Tanto trabajo tenés? Te puedo matar. Vas a ver si agarras el coche. Como tierra. No me importa un carajo", comenzó. Y luego, se burló: "'Tengo 50, 60, 70 clientes'". Y concluyó: "No estoy trabajando hijo de puta. Voy a alquilar la casa y te voy a matar. Yo te mato Osvaldito, te voy a degollar". Luego de las amenazas y del asesinato, Carlos se intentó suicidar, pero no lo logró. Ahora está internado en grave estado en el Hospital Municipal de Lanús.
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