Atropelló a su hijo en un trágico accidente y ahora ayuda a otros padres que sufren el peor dolor
En 2019, Celeste Corrales atropelló a su hijo de un año y medio de forma accidental y el pequeño murió. Junto a su marido lograron salir adelante y dan apoyo a otros padres.
Lolo recibió un fuerte golpe en la cabeza y fue llevado de urgencia junto al padre del nene, Leonardo Meter, al Hospital Evita, donde no pudieron salvar la vida del bebé, que por el accidente sufrió un derrame cerebral. “Los días que siguieron fueron de oscuridad absoluta”, subrayó Celeste, en diálogo con El Diario Sur.
“No entendíamos cómo puede morir un hijo, era una tristeza inconmensurable, porque empiezan a pasar esas primeras horas sin él y te das cuenta que nunca más lo vas a poder besar, abrazar, cuidar y esa realidad trae dolor y sufrimiento”, comentó la mujer sobre la pesadilla que vivió junto a su marido en la misma casa de Lanús en la que ocurrió el trágico accidente.
“Nunca nos dimos cuenta, conscientemente, que estábamos afrontando el dolor, como decisión, fue un instinto animal de supervivencia, porque sentíamos que nos moríamos cada minuto, sentíamos que el cuerpo no podia resistir más, y en ese estado el cuerpo busca sus propios medios, la cabeza entra en shock para ir lentamente incorporando la nueva realidad”, manifestó Celeste.
En medio de ese dolor tan terrible, tanto ella como su marido comenzaron a tomar contacto con otros padres que ya habían pasado por la pérdida de un hijo, y eso los ayudó a pasar el duro trance. Fue así que poco a poco ingresaron al grupo Renacer, que está compuesto por padres que perdieron a sus hijos y se ayudan entre sí para salir adelante. “Ahí aprendimos el camino del amor puro, todos los padres que llegamos al grupo llegamos con dos cosas en común, sufrimiento y amor, el grupo trabaja en el amor por los hijos”, dijo Celeste, que integra la sede local del grupo.
“Hay un camino que es cortísimo de la cabeza al corazón, en un primer momento todo lo sucedido está en la cabeza, como taladro, y no podés parar de pensar, desde lo más doloroso que uno vio hasta los recuerdos más felices, ese hijo ocupa toda la cabeza. Después aprendes a sacarlo ese 24/7 de la cabeza y que en el único lugar que esté ese hijo, es en el corazón. Cuando logras ese recorrido, inunda la paz, muchas cosas de esas se aprenden en el grupo”, puntualizó la mujer.
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“Lo de dar ayuda por donde sea, se vuelve una necesidad”, remarcó Celeste, que junto a su marido Leonardo creó la página de Instagram @mundoaloloadook, la cual fue creada para hacer acciones solidarias cada 9 de diciembre, el día del cumpleaños de Lolo. “En esto de compartir lo que nos pasa a nosotros, muchas mamás y papás nos escriben, y nosotros les contamos a donde fuimos o que nos hizo bien a nosotros, no para que hagan lo mismo, si no para que conozcan los miles de caminos que hay para volver a conectar con la vida”, concluyó la vecina.
“Con mi hijo Apolo hablamos todo con verdad y con amor”
Nueve meses después de la muerte de Lolo, Celeste y Leonardo decidieron ser padres nuevamente. Lo nombraron porque es el dios griego de la luz, que adopta a Quirón, una figura de la mitología griega que está asociada con la curación.
“Nuestro segundo hijo es muy chiquito, tiene 3 años, pero siempre tratamos en casa de nombrar lo que pasó, de recordar a Lolo con las mejores anécdotas esas que hacen reír, para que él sepa que no nos dejó miedos, nos dejó recuerdos de una vida corta, pero hermosa”, contó Celeste.
“En casa hay fotos y a él le encanta preguntar dónde estábamos en esas fotos y siempre termina el diciendo: “Y ahora Lolo está en el cielo”. Nosotros le transmitimos que Lolo es algo importantísimo en nuestra vida, y el muchas veces tiene incluso, la necesidad de contar que tiene un hermano”, finalizó la mujer.
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