La vacuna Sputnik V proveniente de Rusia trajo consigo un alivio para la población argentina. Varios profesionales del área sanitaria ya dieron el primer paso y se aplicaron la primera dosis. Uno de ellos fue Pablo Crouzat, profesional sanitario y chofer de ambulancia en Medicin Care SA (PAMI), quien se vacunó en el Hospital Llavallol tras haber superado una difícil etapa de internación por coronavirus.
Un ambulanciero de Lomas estuvo grave con coronavirus y ahora recibió la vacuna: su historia
Pablo pasó 36 días internado, se recuperó y el fin de semana le aplicaron la Sputnik V contra el coronavirus en el Hospital Llavallol. Conocé su experiencia.
“Lo más importante es poder volver a mis tareas, luego de los 36 días de internación y 24 hisopados realizados. Espero con ansias la segunda dosis, para que una vez que se logre la inmunidad pueda volver a mis tareas habituales, que es lo que más quiero”, dijo en diálogo con El Diario Sur.
Pablo fue consciente de la expansión del coronavirus al vivirlo en carne propia con un cuadro muy complicado. “En el primer momento no reflejé los síntomas que mencionaban los especialistas, pero aún así di aviso a las autoridades, quienes de inmediato me realizaron los estudios correspondientes, con internación derivada, donde se complicó mi estado debido a algunas afecciones anteriores que tuve y tengo, al día de hoy, como la diabetes”, enfatizó.
36 fueron los días de internación y aislamiento de Pablo, quien pasó ese período en el sanatorio Anchorena y en el Instituto Quirúrgico de Callao. “Te juega en contra la ansiedad y el miedo al saber que estás totalmente aislado, donde corre peligro tu salud y estas a la expectativa de lo que pase”, dijo angustiado sobre esos tiempos de soledad. “No tuve problemas respiratorios, como suele pasar en la mayoría de los casos, pero sí conté con un desorden metabólico; hepatitis y alteraciones en el nivel de glucemia, pero esperemos que con esta vacuna las cosas puedan cambiar y el panorama pueda ser más alentador para todos”, agregó tras la vacunación en el Hospital Llavallol.
En ese marco, varias personas fueron las que asistieron al establecimiento para vacunarse. Algunos presentaban dudas e incertidumbre. Otros sólo confianza, como el caso de Silvia Benítez, acompañante terapéutica en el Hospital de Flores, quien expresó: “En principio tenía un poco de miedo, porque es algo nuevo que se está implementando, aunque en parte te da tranquilidad el saber que se está intentando combatir la pandemia”.
Por otra parte, la enfermera profesional del Hospital Lavallol y vacunadora Sandra Solís, contó que al día de hoy llevan “cientos de pacientes vacunados”. En esa línea, explicó que “la vacuna aplicada consiste en que cada persona a la que se le atribuye la dosis pueda tener inmunidad partiendo de una primera inyección y luego de 21 días se brinda una segunda dosis”.
Aún resta conocer los síntomas pos vacunación, pero este procedimiento aleja del miedo a personas que cuentan con comorbilidades ajenas al coronavirus, como era el caso de Pablo. En ese sentido, Solís explicó cómo es el acompañamiento y respondió sobre las posibles reacciones adversas: “Se realiza un seguimiento continuo al paciente, comunicándonos telefónicamente para saber cómo se siente y si presenta algún síntoma o dolores, tanto musculares como de cabeza. No se dieron a conocer efectos secundarios, ya sea en pacientes o en propios colegas. Sólo dolor muscular o de cabeza y llegar a levantar un poco de fiebre, pero si es de aumentar la temperatura corporal, la persona puede tomar paracetamol sin preocupación”.
Vale decir que el Hospital Llavallol es el primer establecimiento lomense en impulsar la campaña de vacunación contra el coronavirus. Una decisión que llena de esperanza a los vecinos y vecinas del distrito. “Nos sentimos orgullosos de ser los primeros vacunadores de todo Lomas de Zamora. Es un paso muy grande”, remarcó la enfermera.