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Empezó a tocar en la puerta de su casa en cuarentena y sus shows ya son un clásico de Temperley

Pepe Andreani, de Temperley, es un percusionista que toma la música como hobbie. Interpreta su repertorio en la vereda y los vecinos se quedan a escucharlo.

Eduardo “Pepe” Andreani empezó en la música hace mucho tiempo, cuando con apenas 17 años se fue de la casa de sus padres hasta Ushuaia para rebelarse del yugo familiar, según sus palabras. Hoy, con 60 años, sigue tocando pero en la puerta de su vivienda de Temperley.

El hombre que se dedica a la percusión adquirió el hábito de tocar para sus vecinos frente a su domicilio en los momentos más álgidos de la cuarentena dispuesta para enfrentar la pandemia de coronavirus. “No había bares, boliches para ir a tocar así que empecé a tocar en la puerta de casa y después se hizo un clásico”, aseguró Pepe, en diálogo con El Diario Sur.

“Toda la gente que iba al club Temperley en su momento a vacunarse, acá a una cuadra, pasaba por la puerta y a veces se quedaban a escuchar un rato lo que hacía”, señaló. Las canciones de La Mosca, Los Fabulosos Cadillacs, Divididos, Joaquín Sabina, Maná, Los Redondos, son algunas de las que forman parte de su repertorio de covers de percusión.

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El músico de Temperley también toca la armónica.

El músico de Temperley también toca la armónica.

Al principio tocaba todos los días, pero a medida que se fue levantando el aislamiento fue espaciando sus presentaciones. “Ahora cuando me siento bien arranco. Elijo una buena selección de diez temas y arranco”, resaltó Andreani.

Los vecinos del tranquilo barrio de Temperley en el que vive Pepe debieron ver como esa quietud bucólica del lugar se vio interrumpida por la música del artista. “Al principio a los vecinos no les gustaba, se quejaban, pero con el tiempo se acostumbraron, se curaron de espanto. A veces viene alguno a verme tocar”, describió Eduardo.

“Trabajo en una editorial, esto es un pasatiempo, es difícil ganar plata con la música”, destacó el percusionista que toma a la música como un hobbie, que hace únicamente para que la gente se sienta bien. “Es una pasión, para que le guste a la gente, que la haga sentir bien”, agregó.

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Pepe toca la mayoría de los instrumentos de percusión que existen. Desde la batería hasta el cajón peruano pasando por los cencerros y el bongó. También se destaca tocando la armónica.

Sin embargo, su pasión también le trajo consecuencias: como tantos otros músicos, Eduardo tiene problemas de audición. “Tanto tiempo con la percusión me generó una deformación del yunque y del martillo, un zumbido permanente en el oído. Me dificulta entender a la gente cuando habla, pero no me afecta en cuanto a la música. En esos casos escucho bien”, destacó el vecino de Temperley

“A esta altura ya famoso no voy a hacer, lo único que quiero es que la vida me dé salud para que pueda seguir haciendo esto, que me escuche la gente”, concluyó el artista.

La carrera de Pepe

“Empecé a los 17 años, cuando me fui a vivir a Ushuaia, me fui del yugo familiar de mi casa en Temperley. Entré a trabajar en un bar, donde me metí a lavar platos”, recordó Pepe Andreani. “Ahí me encontré con Gustavo López, un pibe que hacía un show con covers. Tocaba música de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, música cubana y algo de rock nacional”, comentó sobre sus inicios.

“Desde ese momento toqué como músico invitado con las bandas que pude”, subrayó Andreani. “Trabajé con varios artistas tanto en Ushuaia como en Salta, donde me fui a vivir después, y también cuando volví a Buenos Aires”, agregó.

“También trabajé con artistas callejeros en los trenes como el caso de Marcelo del Roca”, finalizó Pepe. Actualmente, suele acompañar a la banda de blues The Flame Clásicos, con los que toca la armónica en diferentes presentaciones que realiza en lugares de la región.

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