Hubo varias hipótesis sobre el paradero de la joven que había salido de su casa el pasado martes 12 por la noche. Sin embargo, Natalí estuvo deambulando sin rumbo durante todos estos días y la pista para encontrarla fue una tarjeta SUBE que la mujer adquirió antes de irse, aunque no estaba registrada a su nombre, según indicaron uentes policiales a El Diario Sur.
Allí se encauzó la búsqueda de la joven que había incluido la visualización de cámaras de seguridad y hasta el pedido de un inorme a Migraciones, ante el riesgo de que Natalí hubiera salido del país debido a que está casada con un hombre de nacionalidad brasileña y vivía en el país vecino junto a su pareja, antes de retornar con su familia a Banfield.
Finalmente, la investigación comandada por la UFI 6 de Lomas de Zamora a través del seguimiento de la tarjeta SUBE dio cuenta de que la mujer había abordado una unidad de la Línea 177 el viernes por la mañana. La mujer viajaba sola y descendió en las cercanías del Hospital Oñativia en Rafael Calzada.
En ese marco, rastrearon sus movimientos hasta que dieron con su paradero en el cruce de las calles Belgrano y Talcahuano de Banfield, donde se hallaba ubicada en tiempo y espacio y aparentemente no habría sido víctima de ningún delito.
El testimonio de la familia de Natalí
Stefanie, una de las hermanas de Natalí, había asegurado en una entrevista televisiva que "ella estaba en un tratamiento por eso vino acá". "Vivía con su marido en Brasil, notamos que ella no estaba bien y él no se hacía cargo de la situación, le ofrecimos que venga acá para que estuviera contenida por su familia y que haga un tratamiento porque no estaba bien", relató la mujer.
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