No todos los trabajadores pueden hacer paro, hay muchos vecinos que necesitan salir a trabajar llueva, nieve o truene. Ese es el caso de Armando, un vendedor ambulante que siempre está instalado frente a la estación de Lomas de Zamora.
El cafetero de la estación de Lomas: "Se vende mucho menos, pero tengo que trabajar"
De lunes a sábado se instala frente a la estación de Lomas a vender café. Cuenta que un día de paro vende un 70% menos pero trabaja igual ante la necesidad.
Hay muy poca gente por la falta de servicios de trenes en el marco del paro general, pero Armando está allí frente a la estación, en el comienzo de la peatonal Laprida, con su canasto de churros y sus termos de café. En diálogo con El Diario Sur cuenta que trabaja en el mismo lugar de lunes a sábado, inclusive en días feriados o de paro: “Hay un 90% menos de gente, la mayoría de los negocios están cerrados, lógico por el paro, porque sino a esta hora es un mundo de gente la estación”.
El vendedor ambulante cuenta cómo esto afecta a sus ventas: “Se vende mucho menos, un 70% menos de ventas, pero otra no me queda, yo dependo de esto, no me puedo quedar en mi casa y lamentablemente tengo que salir a trabajar igual”.
A pesar de que mucha menos gente circula por la calle, Armando permanece allí completando su jornada laboral y vendiendo todo lo que sea posible.
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El paro general convocado por la CGT tiene un impacto en las calles centrales del conurbano. La estación de Lomas de Zamora amaneció vacía, con las boleterías cerradas y una pantalla que anuncia: “Servicio interrumpido por medida de fuerza de la CGT”.
A pesar de la inactividad de los trenes, muchas líneas de colectivos funcionaron, algunas con servicio completo y otras con frecuencia reducida.
Aunque la falta de transportes representa una gran dificultad para trasladarse de un lugar a otro, muchos comercios abrieron sus puertas normalmente.