Feriantes de La Salada comentaron su alegría por la reapertura de la feria tras estar casi 2 semanas sin poder trabajar en el predio. El Diario Sur dialogó con algunos de ellos para que comenten cómo es su situación luego del cierre y de qué manera esperan volver a trabajar cuando se abran nuevamente las puertas.
El día después del anuncio de la reapertura de La Salada: La voz de los feriantes
Feriantes de la famosa feria de Lomas de Zamora, “La Salada”, comentaron cómo les impactó la noticia de la reapertura y cuánto les afecta no poder trabajar.
Acuerdo por la reapertura de La Salada
En el día de ayer, ocho representantes de los trabajadores se reunieron en la Municipalidad de Lomas de Zamora con la fiscal Cecilia Incardona y autoridades nacionales, provinciales, municipales y del ARBA Y ARCA respectivamente para tratar sobre la reapertura de La Salada, tras varios días de reclamos de los feriantes, tanto en los Tribunales de la zona, como en la Plaza Grigera que se ubica frente al Municipio. El encuentro se desarrolló entre las 14 y las 17 horas y luego de finalizar, los representantes de la feria salieron del establecimiento a comunicar con un altavoz que el establecimiento iba a reabrir la semana que viene, pero que se van a establecer varias condiciones a través de un Plan de Trabajo para regular la feria. “La Salada no se cierra”, fue lo primero que transmitieron.
La voz de las feriantes
Camila, feriante del sector Ocean que confecciona y vende ropa infantil, expresó su alegría por la noticia y comentó: "Por la muy buena noticia que tuvimos ayer, hoy no hay movilización. Esperamos poder volver a trabajar pronto", dijo. Además, añadió que aún deben esperar para que se den a conocer oficialmente las condiciones que les impondrán para poder seguir trabajando en la feria, aunque en la reunión se les adelantó que va a haber mucho más control en los puestos, con la presencia de veedores y auditorías, así como un “Plan de Trabajo”. Además, en una entrevista realizada por El Diario Sur el lunes, la feriante comentaba que su único ingreso es vender la indumentaria en la feria y que no puede pagar el alquiler si no trabaja en su puesto. “Me afectó mucho este cierre. No puedo pagar el alquiler. También soy mamá, tengo hijos a los que les tengo que dar de comer. Necesitamos una solución ya, tiene que reabrir La Salada. Necesitamos volver a trabajar”, sostuvo.
Paula, otra emprendedora que tiene un puesto de indumentaria femenina en La Salada, comentó que está feliz luego del anuncio de que la feria no se cierra. "Esto es un alivio para mí", sostuvo. "Veía todo negro porque decían de que la querían cerrar por completo. No dejaba de pensar en qué iba a hacer", sostuvo y añadió: "Tuve que sacar un préstamo para hacer de nuevo toda la ropa que tenía en la feria porque todas mis prendas quedaron dentro del local y tenía que entregar pedidos. Eso me terminó de arruinar”. Además, comentó que ella no pudo ir a las movilizaciones porque tenía que quedarse cuidando a su bebé y que se enteraba de cómo seguía el reclamo por la señora que le alquila el puesto, así como a través de la página oficial de Punta Mogotes y los medios. “Las manifestaciones fueron muy importantes para que se llegara a esta decisión, sin eso la feria no se iba a reabrir. Necesitamos trabajar así que esperamos que vuelva a abrir lo antes posible”, sostuvo.
Miriam, feriante de La Salada desde hace 6 años y emprendedora que vende ropa de mujer, expresó su alegría por la reapertura y dijo: "Estoy feliz. Ayer estaba en la plaza y lloré cuando lo anunciaron. La feria forma parte de tu vida, uno siempre está ahí". También comentó que cuando la feria cerró no sabía qué hacer porque toda su mercadería había quedado dentro de su local, así como también parte de su dinero. "Estos días nos van a informar todas las condiciones, aunque creo que quizás se van a abocar más al control de los locales que tienen empleados. Nosotros tenemos todo en regla y somos toda una familia trabajando en el puesto", comentó con respecto a las medidas que se tomarán para que los trabajadores puedan retomar sus puestos. Además, destacó que la decisión de volver a abrir La Salada va a ser el comienzo de algo mejor: “Fue un susto pero ahora volvemos con más fuerza” y añadió que es un lugar donde trabajan algunas personas con títulos y oficios, que necesitan vender para complementar sus ingresos, como es su caso, emprende porque sueldo como docente de nivel inicial no le alcanza. "Acá hay mucha gente que tiene títulos y oficios. Hay abogados, enfermeros, maestros, estudiantes, todos trabajan de otra cosa pero también venden porque lo necesitan", destacó.
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