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Las primeras trigemelas del país cumplieron 9 años y tienen un particular deseo

Se llaman Uma, Briana y Luana. Nacieron en Comodoro Rivadavia, donde recientemente se registró un nuevo caso de esta índole.

Uma, Briana y Luana son las primeras trigemelas nacidas en Argentina. Hoy, 26 de agosto, cumplen sus 9 años y sueñan con que la gente pueda diferenciarlas. Nacieron en Comodoro Rivadavia en 2010, siendo que en las últimas semanas la ciudad se sorprendió con un caso similar, que ocurre en un embarazo de cada aproximadamente 200 millones.

Las pequeñas, producto de un embarazo natural, estuvieron 40 días en terapia intensiva y debieron pasar por cuidados estrictos durante sus primeros meses. Aún así, crecieron sanas y juntas hasta llegar su noveno aniversario, que lo celebrarán junto a Silvina y Facundo –sus padres- y Mía, su hermana mayor.

Las pequeñas llegaron cuando sus padres decidieron apostar por “agrandar la familia”, de acuerdo a lo contado por Silvina a ADN Sur. "Yo esperaba el segundo y último; el varón. Mía tenía 3 años, dejé las pastillas en enero y nos fuimos de vacaciones en febrero. Me empecé a sentir mal, lo asociaba con la altura de Villa General Belgrano, pero ni de casualidad imaginé que podía estar embarazada", explicó.

Lo más anecdótico sucedió en la primera consulta médica. “Parecía una cámara oculta porque iban encontrando cada vez más bebés", recordó sobre la primera ecografía. "La pantalla estaba rota y yo no veía lo que estaba viendo el ecógrafo con mi marido. Pero me generaba mucha ansiedad porque me decía 'a ver no para.si, no, ah, sí', y no me decía nada más, hasta que me dijo 'no es uno, creo que son dos'. Esas pausas a mí me mataban. Yo pensaba que pasaba algo malo hasta que me dijo: 'Discúlpame, en 40 años de trayectoria, es la primera vez que me pasa algo así. No son dos...son tres'", recordó ante el citado medio.

Además de ser trillizas, las niñas son gemelas idénticas. Nacieron prematuras a las 33 semanas, en una cesárea de la que participó un equipo de más de 10 personas. Uma pesó 1260 kg; Briana, 1550 kg y Luana 1,680 kg. Recién tres días después su madre pudo conocerlas, siendo que pasaron más de 40 días internadas hasta que pudieron llegar a casa. "Fue un momento muy difícil. Fue horrible no poder verlas", reconoció.

A pesar de que a simple vista son parecidas, quienes comparten más tiempo con ellas logran identificarlas. Mariela, quien las cuida desde pequeñas, asegura que “son re distintas”. “Luana es más amorosa, más dulce, de modular, pero le gusta competir, se quiere destacar. Te doy un ejemplo, compitieron en Fama, fuimos a Trelew y ganaron en competencia. Entonces llegaron con sus medallas felices y cuando fueron al colegio las llamaron adelante para que compartan su experiencia, y ahí tenés tres cosas: Luana moría por explicarlo, mostrar sus medallas y la emoción que sintió; Briana quería que la trague la tierra, ella es recontra introvertida, súper reservada y no le gusta estar expuesta; y Uma no le importa nada, si está ahí, está ahí, si ganó, ganó”, ejemplificó.

Cuando eran pequeñas, se cambiaban de sala en el jardín sin que las maestras lo supieran pero con la complicidad de su hermana mayor quien les ayudaba a cambiarse las mochilas; a pesar de ello uno de sus profesores encontró un método de identificarlas: por los lunares de su cara.

Pese a las travesuras, no entienden por qué la gente no las puede distinguir y, a pesar de llevarse bien y querer “ser una sola”, desean que el resto las pueda diferenciar. En la personalidad, sus modos y forma de hablar sí son diferentes, explican sus allegados. “Si ves la ropa más manchada es Uma”, cuenta su niñera, que es como una abuela para ellas. “Briana, en cambio, quiere ser igual que papá, andar con la camiseta de Boca y tomar mate”, añade a ADN Sur.

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