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Alarma por el aumento del consumo de psicofármacos sin prescripción médica

Son cada vez más frecuentes las patologías de salud mental. Una de las problemáticas radica en el consumo de psicofármacos sin el seguimiento de profesionales. 

Uno de los problemas más importantes que dejó la pandemia de coronavirus fue el incremento de afecciones relacionadas con la salud mental y el aumento del consumo de psicofármacos. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en el primer año de la pandemia por COVID-19, los casos de ansiedad y depresión aumentaron en un 25%, con mayor prevalencia entre las mujeres y los jóvenes.

El incremento de los niveles de estrés se explica por varios factores: limitaciones para trabajar y socializar, sentimientos de soledad, preocupaciones financieras y agotamiento.

Frente a este contexto, un estudio realizado por la Confederación Farmacéutica Argentina indicó que durante los últimos años se produjo un aumento en el consumo de las benzodiazepinas, drogas que actúan sobre el sistema nervioso central con efectos relajantes y ansióliticos, que tienen al clonazepam o al lorazepam como sus exponentes más conocidos. En muchos casos sin prescripción médica.

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María Emilia Nápoli, médica (M.N. 162.968)

María Emilia Nápoli, médica (M.N. 162.968)

En este sentido, la médica de Monte Grande María Emilia Nápoli (M.N. 162.968), explicó a El Diario Sur, la importancia de consumir este tipo de medicamentos siguiendo las recomendaciones de un profesional. “Este tipo de drogas, consumidas sin un control médico pueden llevar a una dependencia, incluso a una adicción, que sea muy difícil dejarlas”, destacó.

Asimismo, añadió que es muy común que gente conocida de los médicos les pida una receta para poder conseguir esta clase de medicaciones o que tengan un farmacéutico amigo que se las facilite.

Esta clase de medicamentos se indica siempre con receta archivada – con duplicado- para personas con síntomas de ansiedad, tensión, depresión, nerviosismo, agitación o dificultades para dormir. Con dosis bajas, ayuda a aliviar tensiones psíquicas, ansiedad o nervios, en tanto que en gran cantidad presentan efectos sedantes y de relajación muscular.

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Aunque sean seguros, no se recomienda el uso a largo plazo de los psicofármacos sin el seguimiento de un médico, dado que pueden aumentar el riesgo de padecer demencia y también traen aparejado un deterioro de ciertas funciones cognitivas como la memoria, la atención, entre otras.

“El consumo sin control de estos medicamentos puede generar efectos similares al alcohol. Es decir, que hay más probabilidades de sufrir un accidente de tránsito o un accidente laboral, en el caso de manejar máquinas”, subrayó Nápoli.

Por ello, la profesional remarcó la importancia de que “las personas consulten con un médico especialista, quien luego de observar al paciente le dará el tratamiento adecuado y acorde al cuadro que se presente”, y agregó que “en caso de ser necesario el facultativo elegirá la medicación que resulte necesaria, que se deberán consumir en las dosis y horarios que sean recomendados”.

Una de cada ocho personas sufre trastornos de salud mental

De acuerdo al último informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 12,5% de la población mundial sufre alguna patología de salud mental. En este sentido, el organismo indicó que las enfermedades más comunes son la depresión y la ansiedad, tanto en hombres como en mujeres.

Por otro lado, destacó la importancia de la prevención del suicidio, ya que existen más de 20 intentos de quitarse la vida por cada fallecimiento que existe en el planeta. Asimismo, añadió que es una de las principales causas de muerte en los jóvenes.

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