Por el incremento del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), más de un millón de jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo ($ 43.353) a partir de septiembre y se jubilaron con 30 o más años de aportes efectivos, sin acudir a la moratoria, tendrán un aumento de $ 1.378 en octubre y de $ 4.125 en noviembre. Esos importes se suman al bono de $ 7.000 que percibirán en esos meses.
En septiembre el salario mínimo sube a $ 51.200. El 82% ($ 41.984) es inferior haber mínimo ($ 43.353). En cambio en octubre, el SMVM asciende a $ 54.550 y el 82% son $ 44.731, o sea $ 1.378 superior a los 43.353 de jubilación mínima. Y en noviembre el SMVM pasa a $ 57.900 y el 82% son $ 47.478, es decir, $ 4.125 por encima del haber mínimo.
Esas diferencias dejarían de pagarse en diciembre porque, por la movilidad previsional, ese mes les corresponde a todos los jubilados y pensionados un incremento de haberes. Y la jubilación mínima tendría un incremento y desaparecería esa diferencia o plus, salvo que vuelva a subir el Salario Mínimo y el 82% del SMVM supere el nuevo valor del haber mínimo que regirá en diciembre, enero y febrero 2023.
Los jubilados y pensionados con haberes más altos no reciben este suplemento y tampoco el bono de hasta $ 7.000 que abarca a los que cobran hasta 2 haberes mínimos.
La suba del salario mínimo también impacta en los programas “Potenciar Trabajo” (poco más de un millón de personas) que cobran la mitad del salario mínimo y “Acompañar” (35.000 personas), especialmente mujeres y personas del colectivo LBGTI+ en situaciones de violencia de género, que perciben un salario mínimo durante 6 meses consecutivos. También incide en los trabajadores registrados mensualizados o jornalizados que cobran menos del salario mínimo mensual o por hora.