El pasado 1° de marzo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó "el primer caso positivo de gripe aviar altamente patógena (IAAP) H5 en aves de corral”, registrado en la localidad de Mainque, en la provincia de Río Negro. El caso positivo proviene de un establecimiento de pollos parrilleros y por el caso sacrificarán a más de 180.000 aves.
Hay preocupación por la gripe aviar: piden a las familias con gallineros que tomen precauciones
Si bien se reportaron pocos casos, un positivo en un establecimiento productor obligó a sacrificar a unas 180 mil aves. De qué se trata la enfermedad y los consejos para quienes tienen gallineros.
Ante eso, Argentina perdió su estatus de país libre de la enfermedad y se decidió suspender la exportación de productos aviares. Con la aparición de la influenza en el sector comercial, el país ya acumula 25 casos de gripe aviar confirmado (21 en aves de traspatio y 3 en aves silvestres), de los cuales cuatro de ellos son de la provincia de Buenos Aires.
Pese a que, por el momento, se reportaron pocos casos, el Ministerio de Salud ya se encuentra realizando la investigación epidemiológica para dar con personas que hayan podido estar en contacto con esas infectadas, temiendo en potencial traspaso de la enfermedad a los humanos.
Según explicó el epidemiólogo Hugo Pizzi, “cada ave enferma elimina el virus durante 10 días, ya sea por materia fecal o secreciones de nariz y boca”. Y detalló: “El virus también está en el plumaje, el cual contamina al liberar las plumas por rascarse”.
Cuando llega al humano, “lo procesa como una gripe común: fiebre, cansancio, decaimiento, dolor muscular y dolor de cabeza. Si no se va al médico pronto, el virus baja al pulmón y provoca una neumonía bilateral, que tiene un índice de letalidad del 80%”, resumió la problemática Pizzi, que aconsejó: “Se recomienda no tocar un ave muerta o que tenga dificultades. Ya tenemos casos similares, como lo que sucedió en Santa Fe hace unas semanas con la fiebre del loro”.
Para quienes tienen gallineros en sus casas, las recomendaciones son “encerrar las gallinas y con el alimento en un solo lugar, porque cuando tiran el alimento a otro lugar puede aparecer otra ave, como un gorrión o paloma, y seguir propagando la enfermedad”.
Haberse detectado un primer caso en el sector comercial complica el panorama por la potencial explosión de la enfermedad. “Un establecimiento productor promedio tiene un millón de gallinas ponedoras. Al llegar la gripe ahí, la enfermedad pasa a ser preocupante. Esto mismo ya pasó en la década del 90 en el sur de China, en lo que se conoce como ‘la gripe del pollo’ y tuvieron que sacrificar a un montón de aves”, recordó Pizzi a El Diario Sur.
Y sugirió: “En estos momentos, los sistemas productivos tienen la orden de espantar a todas las aves que pudieran ir a sus domicilios, que siempre van en búsqueda de alimentos, y las personas que trabajan ahí deben estar con trajes especiales, guantes y mascarillas. Esa es la única forma de que no llegue al humano”.
La vía principal de la infección humana es por contacto directo con aves infectadas, o con superficies y objetos contaminados por sus heces.
Qué pasará con el consumo de pollo
Según explicó la secretaría de Agricultura en un comunicado, el consumo de carne de pollo se seguirá desarrollando sin cambios porque la influenza aviar no se contagia a los humanos por ingestión de carne de pollo o huevos. En ese sentido, Hugo Pizzi especificó: “Por más que se hayan cerrado las exportaciones, no hay ningún tipo de problemas con el consumo de aves, ya sean pollo, pato o gallina. Mucho menos con los huevos”.