Al mirar el horizonte en dirección hacia el sur, uno podía imaginarse lo que se venía. Todo el cielo se cubría de gris oscuro y poco a poco empezaba a soplar un viento que encendía las alarmas. Casi no hubo tiempo de reaccionar. En pocos minutos, cerca de las 13:30, llegó la tormenta.
Las intensas lluvias llenaron la región acompañadas por un viento feroz. Fueron pocos minutos, pero con una intensidad pocas veces vista. La calle apenas era visible y caminar por la calle se hacía imposible.
Las consecuencias se vieron enseguida. En todos los municipios hubo calles anegadas, inundaciones, caídas de árboles y de postes. Los autos deben circular a baja velocidad para no levantar grandes "olas" hacia las veredas. Y cruzar la calle también es una odisea: en Banfield, Lomas de Zamora y El Jagüel se vieron imágenes de los cordones completamente tapados por agua.
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