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La región llena de colores: los jardines y viveros se lucen con la llegada de la primavera

En las calles de la región se ven árboles y flores en su esplendor. Para los viveros es temporada alta, también para los vecinos apasionados por sus jardines.

Esteban Echeverría, Canning y San Vicente son regiones donde la naturaleza tiene un papel muy importante. Al llegar esta época del año, los vecinos están acostumbrados a que el verde de los árboles y el colorido de las flores de los jardines se vuelvan protagonistas del paisaje de la región.

En cuanto al distrito de Esteban Echeverría, los nombres de sus localidades hablan por sí solos: Monte Grande es considerada la “ciudad de los árboles”, mientras que Luis Guillón se conoce como la “ciudad de los jardines”. Además de los lugares públicos donde domina la naturaleza, también los vecinos de esta zona dedican tiempo al cuidado y mantenimiento de sus propios jardines.

Por su parte, Canning no se queda atrás si se trata de espacios verdes. Los countries que conforman esta zona tienen grandes extensiones de parque y cuentan con diversas especies de plantas y árboles.

Además de los diferentes lugares llenos de naturaleza con los que cuenta el distrito, la laguna de San Vicente es el espacio verde al que más acuden los vecinos para tener ratos de esparcimiento y disfrutar.

En una recorrida por los viveros de la región por el comienzo de la primavera, El Diario Sur consultó por los precios de las plantas que más se llevan los vecinos en esta época del año. En “Rosas de Río Negro”, un vivero ubicado en Ramón Santamarina 398 (Monte Grande, Esteban Echeverría), tienen más de 120 variedades de rosales que podan, plantan y acomodan ellos mismos, y todos se venden al mismo costo: $2900. Su dueño, Carlos Maggiore, tiene 80 años y trabaja con plantas desde los 10. Remarcó que intentará mantener ese precio al menos hasta pasar el Día de la Madre, que es el próximo fin de semana.

También Analía Fquillace, quien lleva adelante el vivero “Las Acacias” (Camino de Cintura 946, Luis Guillón) junto a su hermana, mencionó los precios de las plantas que más se llevan los clientes en primavera, que suelen ser las más floridas. Según la información que compartió Analía, los plantines tienen un precio de alrededor $140, pero las plantas más grandes pueden salir más de $1.000.

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Nélida Ribas – Vecina de Esteban Echeverría

Nélida Ribas – Vecina de Esteban Echeverría

Nélida Ribas, vecina de Monte Grande, contó en diálogo con El Diario Sur: “Para mí, el cuidado del jardín es un cable a tierra. A veces uno está con muchas preocupaciones, piensa mucho en las cosas que pasan en el mundo… y es necesario desconectarse”. La vecina tiene 67 años y contó que, desde su jubilación, ella se encarga del cuidado de las plantas de su casa.

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Walter De Los Santos – Vecino de Luis Guillón

Walter De Los Santos – Vecino de Luis Guillón

Walter De Los Santos tiene 58 años y vive desde hace 23 en Luis Guillón. A pesar de que se dedica a la medicina, se hace el tiempo para cuidar el jardín de su casa: “Es mi forma de canalizar tensiones, siempre encuentro algo nuevo para hacer, todo de forma artesanal”.

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Abelina Gismondi – Vecina de Luis Guillón

Abelina Gismondi – Vecina de Luis Guillón

“Mucha gente me pide gajitos”, contó la vecina de Luis Guillón Abelina Gismondi de 92 años en diálogo con El Diario Sur en relación a sus plantas. Ella misma cuida su jardín, que tiene diversas plantas y está lleno de colores. “Desde siempre me gustaron las plantas, mi favorita es el malvón”, señaló.

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Patricia Moncada – Vecina de Esteban Echeverría

Patricia Moncada – Vecina de Esteban Echeverría

“Me gusta que esté arreglado, trato de cuidarlo para que el barrio se vea más bonito”, explicó la vecina de Esteban Echeverría Patricia Moncada, de 62 años, y agregó que espera que el resto de las personas del barrio se animen a hacer lo mismo: “No se necesita mucho dinero, podemos pasarnos plantas y gajos entre nosotros”.

En el vivero La Cascada de Canning destacan “la energía” de trabajar con la naturaleza

Según Rocío Etchandy, trabajar en el vivero “La Cascada”, ubicado en Mariano Castex 3779 (Canning), es “hermoso por la energía que genera estar en medio de la naturaleza”. Rocío tiene 25 años, trabaja en el lugar desde que terminó el secundario y agregó que en primavera esa “energía” que hay en el vivero se multiplica debido a la gran cantidad de colores que empiezan a aparecer.

Por otro lado, también destacó que otra cosa que la fascina de trabajar entre las plantas es encontrarse con las personas que van a buscar asesoramiento para comprarlas: “Quienes nos visitan generan algo lindo siempre”.

Sobre las plantas que más están pidiendo los vecinos de Canning, explicó que preguntan mucho por strelitzias y alegrías del hogar, entre otras.

El vivero “La Cascada” tiene 25 años y sus dueños, Claudia y Víctor, primero trabajaron haciendo mantenimiento de jardines, en un vivero más pequeño de la zona, hasta que tuvieron la oportunidad de crear el suyo.

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Rocío Etchandy tiene 25 años y trabaja en “La Cascada”.

Rocío Etchandy tiene 25 años y trabaja en “La Cascada”.

Rosas de Río Negro, una pasión por las plantas que lleva décadas

Carlos Maggiore tiene 80 años y es el fundador del vivero “Rosas de Río Negro”, ubicado en Ramón Santamarina 398 (Monte Grande, Esteban Echeverría). Según contó en diálogo con El Diario Sur, su pasión por la naturaleza comenzó a los 10 años.

“Empecé vendiendo por casas y quintas de la región, pasaron los años y recién a mis 20 pude comprar un camión y llevar más cosas para los clientes”, relató Carlos.

Uno de esos días en los que se movilizaba en el camión que había conseguido con tanto esfuerzo, fue arrollado por el tren: “Estuve 5 días sin conocimiento, pero me salvé, así que decidí hacer mi propio vivero”.

Actualmente, “Rosas de Río Negro” cuenta con 120 variedades de rosales. Carlos explicó que, una vez que llegan a Monte Grande, él y sus hijos las podan, plantan y acomodan. “Tengo 80 años pero me siento de 40 cuando hago esto, y voy a seguir haciéndolo mientras tenga salud”, señaló.

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Carlos Maggiore tiene 80 años y sigue trabajando en su vivero “Rosas de Río Negro”.

Carlos Maggiore tiene 80 años y sigue trabajando en su vivero “Rosas de Río Negro”.

El paisajismo, un rubro especialmente próspero en los countries de Canning

Mariel Shinca tiene 56 años y está al frente de “Paisajismo Canning” desde el 2000. “Vi crecer a toda la ciudad, que hoy es un corredor verde hermoso”, contó ante El Diario Sur.

“Para esta época ya van llegando muchos pedidos para que los vecinos de los countries tengan lindo su jardín, no solo durante la primavera sino para todo el verano”, sostuvo. Entre los trabajos más solicitados se encuentra la nivelación del terreno, sistema de riego e instalación de panes de césped.

Los canteros con flores son “primordial” para un jardín. “Las flores que más se piden son las especies rústicas, que no llevan tanto trabajo de mantenimiento”, afirmó. Entre ellas, se encuentran los formios –las más caras ($2500)- y las salvias, lavandas y gramíneas, con un valor aproximado de $800.

Para Mariel, las flores “más lindas” de la época son las margaritas ($600), los agapantos ($900) y las salvias. “Reacondicionamos canteros que durante el invierno se fueron estropeando por las bajas temperaturas”, indicó.

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Reacondicionamiento del cantero de un jardín en el barrio privado Los Talas, en Canning.

Reacondicionamiento del cantero de un jardín en el barrio privado Los Talas, en Canning.

Dos agrónomos que cumplieron su sueño en San Vicente

Gabriel Del Percio, de 53 años, y su compañero Javier cursaron juntos la carrera de agronomía y hace 7 años lograron comenzar con su propio vivero llamado “Boutique El Trébol”, que se encuentra en Av. Rivadavia 2190, San Vicente. En un principio, otros tres amigos también formaron parte del negocio, pero con el pasar del tiempo solo ellos dos quedaron llevándolo adelante.

Más que vender plantas, su trabajo se centra en colocar sistemas de riego y ocuparse del mantenimiento de parques y jardines. “Nos centramos en hacer los diseños, y la mejor parte es cuando tu cliente te dice que le gustó”, remarcó Gabriel en diálogo con El Diario Sur.

“Me fascina trabajar con plantas y mejorar los parques, hacer que a la gente le guste estar en estos espacios”, señaló.

Al ser consultado sobre los árboles que mejor se adaptan a la zona, Gabriel explicó que los son los fresnos, sauces y álamos, pero destacó que también trabajan con algunas variedades nativas.

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Gabriel y Javier haciendo su trabajo en un jardín.

Gabriel y Javier haciendo su trabajo en un jardín.

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