“Como papá, orgulloso y feliz de mis dos hijos. Francisco, de 8 años, el día de mañana quiere seguir mis pasos también. Pilar ya los sigue. Espero haber sido y seguir siendo una buena guía”, señaló Sergio en charla con El Diario Sur.
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Sergio Rodríguez entró al cuerpo de Bomberos de Lomas de Zamora en 1992
Mientras comparte una foto de su hijo vestido de bombero, se emociona al hablar de su hija adolescente: “La función que tiene que cumplir Pilar me pone muy orgulloso. Es una carrera larga pero yo siempre la vi con esa impronta de querer ser bombera. Yo llegaba a mi casa y se probaba mis botas. Creo que tiene un gran futuro”.
A cuatro meses del ingreso de su hija como cadete en el Cuartel de Llavallol, Sergio comentó que “Pili día a día progresa junto a sus compañeros y compañeras” y destacó que “es un grupo muy lindo”.
En el Día del Padre, Rodríguez expresó su deseo: “Para aquellos que lo tienen, visítenlos, véanlos, acérquense, abrácenlos. Y para aquellos que no los tenemos, recordémoslos como la guía que fueron en nuestra vida. A mi papá Mario, donde esté, un abrazo enorme”.
El desafío de ser padre viudo: “Con mis hijos actuamos en bloque y nos complementamos”
Mariano Rubén García tiene 47 años, vive en Alejandro Korn y tiene tres hijos adolescentes. Hace unos años se enteró que es adoptado, pero su familia adoptiva nunca pudo hablar del tema. Desde allí comenzó la ardua búsqueda por su identidad. En el 2016 falleció su esposa y desde ahí todo se complicó un poco más.
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Mariano Rubén García tiene 47 años, vive en Alejandro Korn y tiene tres hijos adolescentes.
En diálogo con El Diario Sur, relató cómo encara su paternidad hoy en día, con esta durísima realidad que le toca atravesar: “Vivo a las corridas, tengo dos trabajos, hago las tareas hogareñas y todo lo que implica la educación de los chicos. No me puedo quejar de mis hijos, actuamos en bloque y nos complementamos juntos. Nos fuimos adaptando y logramos salir adelante sin la mamá de ellos. Mi paternidad incluye muchos roles, no sólo eso, incluso el ser un amigo”.
El vecino de Korn trabaja en el Municipio de San Vicente y además realiza repartos. Con respecto a cómo enlaza su historia de vida con ser padre, relató: “Hoy me ayuda Dios y mi pareja, Vanesa. Ella me cuida, me contiene y me ayuda, es un gran soporte en mi vida. A veces no llego a cubrir todo lo que demandan los chicos, desde lo emocional hasta lo económico. Les enseño a ser buenas personas, el resto van a ir aprendiendo con la vida misma. El tema de mi búsqueda por la identidad no influye en mi paternidad, pero les inculco el ser responsables para que cuando sean padres lo puedan aplicar. Me gusta mucho ser papá”.
El Batman de Lanús: “Me gusta que mis hijos vean que los superhéroes existen”
Damián Gómez tiene 45 años, es vecino de Lanús y director de la ONG Club de Héroes. Él mismo definió su profesión como “superhéroe”. En diálogo con El Diario Sur, contó cómo combina sus acciones solidarias con su labor como analista de sistemas y la paternidad.
“Suelo disfrutar mucho el tiempo al lado de mis dos hijos. La pandemia, más allá de todo lo malo, me permitió compartir más tiempo con ellos, verlos en las clases de Zoom, jugar, leer. Al lado de ellos nada puede ser mejor”, relató.
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Damián Gómez tiene 45 años, es vecino de Lanús y director de la ONG Club de Héroes.
Damián, que personifica a Batman, tiene dos hijos: uno de 6 años y otro de 9. “Me gusta que ellos vean que los superhéroes existen. Trato de involucrarlos en todas las misiones que sean aptas para ellos, quiero ser su guía con el ejemplo, que vean el valor de estar para los demás y lo hermoso que es poder dibujar sonrisas. No hay nada más valioso que nuestro tiempo, parte de nuestra misión es entregar eso, yo creo que sin dudas estamos dando una parte de nuestra vida”, señaló.
“Muchas veces sacrificamos tiempo de nuestras familias para ayudar, contener y proteger, pero cuando vuelvo de una tarea, les muestro lo que hice y lo que eso generó en los chicos que visitamos, para que sepan que ese sacrifico fue por una causa noble. Yo les enseño que las personas se miden por el corazón, no por lo material o los títulos que puedan tener”, remarcó, y cerró con un deseo para el Día del Padre: “Mi deseo es que nunca olvidemos que todos los niños traen un cartelito pegado que dice ‘Frágil, tratar con cuidado, contiene sueños’”.
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El desafío de ser papá soltero: “Todo se sostiene con el deseo de armar una familia”
Fabián Vera del Barco vive en Tucumán, es profesor universitario y en 2011 adoptó a Rodrigo en Lomas de Zamora. En aquel momento, el chico tenía 10 años y poseía una discapacidad intelectual. El docente tuvo que luchar contra muchos prejuicios y trabas legales debido a que no tenía pareja y era homosexual.
“Hicieron una evaluación sobre quién era este tipo que venía de tan lejos y con esta idea extraña de adoptar como hombre soltero y gay”, comentó en charla con El Diario Sur, y se emocionó al recordar su primer contacto con su hijo: “Hacía tres años que nadie lo visitaba y tenía un problemita de discapacidad, no hablaba y creían que tenía algún retraso. Desde el primer día establecí un vínculo. Me largué a llorar, Rodrigo me abrazó y me dio palmadas como confidente. Ese día salí sintiendo que había parido”.
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Fabián Vera del Barco vive en Tucumán, es profesor universitario y en 2011 adoptó a Rodrigo en Lomas de Zamora.
Años después adoptó a Xiomara, una nena nacida en Tucumán que hoy tiene 4 años. “Todo sostiene con el deseo mío y de ellos de armar una familia. Ser papá es algo que ellos me enseñan a mí día a día. En el Día del Padre tenemos que agradecerles a nuestros hijos”, expresó Fabián.
Fabián reflexionó sobre “la explotación y la doble carga mental que tienen las mujeres que además de salir a trabajar tienen que seguir ocupándose de la casa”, y remarcó: “Desde que soy papá me cae ficha de lo que es tener que salir a trabajar y mientras estoy dando clases pensar qué voy a cocinar, si dejé ropa en el lavarropas…”.
Varones Recalculando: “El cuidado de los hijos es compartido”
Martín Azcurra es Licenciado en Periodismo e integrante del grupo Varones Recalculando, formado en Lomas de Zamora. Fundó la editorial feminista Chirimbote y forma parte de una red de padres que colaboraron en la redacción del proyecto de ley para extender la licencia por paternidad para un mayor acompañamiento con los hijos recién nacidos.
“Venimos dando talleres de masculinidad para estudiantes y docentes, y hemos dado charlas en clubes de fútbol. Promovemos hacernos cargo como varones de las violencias que generamos y repensar cómo llegamos hasta ese lugar”, expresó en charla con El Diario Sur.
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Martín Azcurra es Licenciado en Periodismo e integrante del grupo Varones Recalculando, formado en Lomas de Zamora.
Martín sostuvo que “cada vez son más los padres que se dan cuenta que no tienen una relación amorosa o cercana con sus hijos” y fue más allá: “Muchos padres solteros después de separarse no saben cómo vincularse con los hijos, no nos han enseñado de chiquitos a tener un vínculo especial con nuestros hijos”.
Azcurra señaló que “en la pandemia el varón tuvo que estar mucho tiempo encerrado con sus hijos y ahí se dio cuenta de un montón de cosas que significaba la crianza y el cuidado, que recaían completamente en la mujer anteriormente y ahora se empezaban a hacer cargo”. En sintonía, remarcó que “es muy importante que las familias enseñen a varones a criar bebés aunque sea con juguetes, una crianza sin estereotipos”, y subrayó que en la paternidad “el cuidado es compartido, no es que el varón tiene que ayudar a la mujer, sino que es una cosa de a dos”.
Un papá de trigemelos: “Fue una revolución en nuestras vidas”
Adrián Rivero tiene 32 años y vive en Temperley. Es padre de seis hijos y tres de ellos son trigemelos. En conversación con El Diario Sur, contó cómo vive esta paternidad tan particular.
“Desde que llegaron Alelí, Ismael y Ana cambió todo. Es algo difícil de explicar con palabras, porque realmente fue una revolución en nuestras vidas. No sólo cambió la dinámica de la casa, sino de la familia entera. Hubo muchas alteraciones. Por ejemplo, desde lo financiero, surgen gastos inesperados que hay que resolver, por eso tengo siempre algún trabajo extra”, detalló Adrián, quien además de trabajar como empleado en una agencia de lotería, se dedica a la reparación de aires acondicionados y heladeras.
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Adrián Rivero tiene 32 años y vive en Temperley. Es padre de seis hijos y tres de ellos son trigemelos.
Por otro lado, remarcó el esfuerzo que implican estos primeros meses de convivencia con los trigemelos y el desafío de criar a seis chicos: “Hay noches que dormimos mal, poco o nada. Yo fuera de casa estoy 8 horas, trato que sea el menor tiempo posible para poder estar con todos ellos. Cada día es un aprendizaje nuevo y si bien cada uno tiene sus horarios, tratamos de que en algún momento podamos coincidir para compartir en familia. Es difícil porque los chicos demandan mucho tiempo, en mi casa somos ocho personas conviviendo”.
Asimismo, valoró el tiempo compartido con sus seis hijos: “Estoy seguro que todo esfuerzo tiene su recompensa, creo que a veces hay que tratar de olvidarse de los problemas laborales y compartir con nuestros seres queridos para valorar lo que uno tiene”.