Cada 31 de agosto se celebra el Día de la Obstetricia, la ciencia de la salud que se encarga del embarazo, parto y puerperio. En ese marco, El Diario Sur dialogó con obstetras de la región, quienes contaron sus experiencias en el desarrollo de la profesión. "Es la parte más linda de la medicina porque es vida", aseguraron.
El milagro de traer la vida: historias de tres obstetras de la región en su día
Obstetras de la región que ejercen la profesión desde hace años contaron sus experiencias. "Nuestro trabajo también es brindar seguridad y tranquilidad".
"Me he emocionado muchas veces, he llorado muchas veces y me he entristecido muchas veces también porque la profesión es grata como ingrata", aseguró a El Diario Sur Gloria Estela Lugo, quien tiene 66 años y es una reconocida obstetra de Guernica. Hace un mes se jubiló: "Considero que mi ciclo terminó, debía dejarle ese lugar a otras de mis colegas y descansar, porque he trabajado muchísimo".
Gloria estudió en la Universidad de Buenos Aires y se recibió en 1983. En 1985 fue nombrada concurrente ad honoren en el Hospital Fiorito. Allí trabajó hasta el año 1997, cuando comenzó a ejercer en el Hospital Cecilia Grierson. En ese interín, cuando recién había sido madre, comenzó a trabajar en una clínica privada, donde desarrolló su profesión durante 27 años.
"Hubo muchos cambios desde que yo me recibí hasta que me jubilé hace un mes. Hoy las pacientes pueden elegir su modo de parto, si quieren un parto normal o si quieren una cesárea. También pueden elegir el acompañante y tienen todo el derecho de elegir quién las acompaña en el trabajo de parto", destacó Gloria.
"Hay mamás que están con su pareja, otras que están solas, otras que fueron abandonadas en el momento que se enteran que están embarazadas. Tenemos que tener mucha mucha empatía, acompañarlas, tratar de fortalecerlas", aseguró la vecina. Y continuó: "Yo siempre les decía que el dolor de la contracción no es nada comparado con un dolor de muela, porque te duele la muela, es incesante y la terminan extrayendo. En cambio, tenés dolores en el trabajo de parto y después a tu hijo, al que podés abrazar".
Por su parte, Josué Emanuel Buliubasich es ginecólogo obstetra y trabaja en Clínica Monte Grande, en Esteban Echeverría, y contó a El Diario Sur que lo "lo primero que se tiene que tener en cuenta al momento de acompañar un embarazo es la composición familiar. Hoy el abanico de posibles respuestas es muy amplio, hay que escuchar todas las necesidades e inquietudes de la mamá para poder brindarle la seguridad que necesita".
"La pandemia fue un cambio para todos, pero para los médicos fue terrible", sostuvo Josué. Y agregó: "Hoy la mujer elige absolutamente en todos los aspectos de su vida reproductiva, más tras la legalización del aborto, que marcó un cambio de paradigma, o la conservación de óvulos para aquellas mujeres que eligen aplazar la maternidad".
Al ser consultado sobre sus pacientes, el médico recordó a una en particular: "La mujer había sido diagnosticada con trombofilia y había perdido cinco embarazos. Le habían dicho que no podía ser mamá. Después de una evaluación integral, hicimos un tratamiento muy complejo y logró tener a su hermosa bebé". "Estas cosas te llenan el alma y te hacen seguir a pesar de las adversidades", aseguró.
"A cualquiera que quiera estudiar esto, le diría que requiere una enorme responsabilidad social. No hay margen de error. Si no estás dispuesto a hacer de esta profesión tu vida, no la estudies", remarcó Josué.
Por otro lado, Laura Sitjar tiene 39 años y es Licenciada en Obstetricia desde 2007. Si bien trabajó en varias clínicas privadas de Lomas de Zamora, actualmente ejerce su profesión en el Hospital Lucio Meléndez de Adrogué y es la coordinadora obstétrica de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de San Vicente, y coordinadora obstétrica en el Hospital Ramón Carrillo desde marzo de 2021.
"La obstetricia es un área de trabajo muy sensible porque atendemos a dos personas al mismo tiempo", explicó a El Diario Sur Laura. "No todo es felicidad, y poder brindar contención en ese momento, o dar un abrazo si lo necesitan, también es parte de nuestro trabajo", subrayó.
Además, Laura remarcó que, desde que ella empezó, las formas de trabajo en esta área de la medicina cambiaron considerablemente: "Desde hace algunos años aparecieron nuevas miradas sobre el trato respetuoso. También se amplió el campo de especialidades e incumbencias". Con respecto a esto último, la obstetra explicó que actualmente también pueden trabajar, por ejemplo, en el área de Salud Sexual y Procreación Responsable.
"Lo que más me reconforta de mi trabajo es la gratitud de la paciente y su familia. Haber podido brindar seguridad y tranquilidad en ese momento tan íntimo no tiene valor", expresó. Y concluyó: "Tengo pacientes que me mandan fotos del crecimiento de sus bebés, también me invitan a cumpleaños y bautismos".
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