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El drama de vida o muerte de los pacientes con cáncer con dificultades para acceder a sus medicamentos

Tres historias de pacientes de la región que dependen de la ayuda solidaria luego de que dejaron de recibir medicamentos contra el cáncer por parte del Estado.

Gabriel tiene 29 años, es de Monte Grande y sigue con su tratamiento millonario gracias a donaciones

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Gabriel Medina, vecino de Monte Grande.

Gabriel Medina, vecino de Monte Grande.

Gabriel Medina tiene 29 años y es de Monte Grande. Él tiene un linfoma de células T, lo describe como “un caso raro y agresivo” y explica que necesita varios medicamentos para el tratamiento pero uno es el más complicado. “El Bretuximab es el más difícil de conseguir porque es importado de Italia y es de alto costo (entre 10 y 15 millones de pesos). Ahora la Dadse no lo está entregando”, contó el joven.

Gabriel tendría que haber empezado su tratamiento a fines de enero y lo empezó un mes después gracias a donaciones. “La primera donación fue de un paciente de mi médica al que le habían sobrado justo tres ampollas. La segunda quimio fue con una ampolla de este paciente y dos que me proporcionó Débora Bosco de la Fundación Solidaridad Cáncer Argentina”, cuenta y recuerda: “Nosotros estábamos desesperados, el día anterior había tenido una reunión con mi familia diciéndoles que podía esperar hasta 2 meses”.

Gabriel necesita 3 ampollas cada 28 días, lo cual significa un gasto de 30 millones de pesos por mes. “Es imposible que yo o toda mi familia podamos pagar ese tratamiento”, dijo y concluyó: “El abandono es total, parece la ley de la selva, sobrevive el que puede, es muy triste”.

Pablo, de Lanús, pudo recibir su medicación por una cautelar

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Stella y su hijo Pablo Rivero.

Stella y su hijo Pablo Rivero.

Stella Maris es de Lanús y su hijo Pablo Riveros de 20 años es paciente oncológico. La medicación para el tratamiento de Pablo cuesta 7 mil dólares cada frasco y para su tratamiento necesita 3 frascos cada 15 días.

Ellos presentaron una medida cautelar y gracias a eso recibieron la medicación. “Mi hijo después de 3 meses recibió su medicación. Eso lo logramos mediante una cautelar y por lo visible que hicimos el caso”, cuenta.

A pesar de haber tenido su respuesta, Stella acompañó a las familias que presentaron el amparo colectivo y aseguró que fue un encuentro muy emocionante. “Es un conjunto de emociones porque este recorrido lo comenzamos con Eduardo, esposo de María Teresa Troiano quien esperaba una medicación oncológica que nunca llegó y ella murió la semana pasada. Eduardo al igual que todos no pedía sólo por lo de Marite, pedía por todos”, recuerda Stella y remarca con un ejemplo lo que no debería hacer falta aclarar: los pacientes no pueden esperar.

“Mi hijo Pablo tiene medicación hasta el 6 de mayo, no sabemos si se la van a volver a dar, nadie nos aseguró el tratamiento que es de por vida. Así que nuestra lucha sigue por Pablo y por todos, por nuestro derecho a la salud”, declaró.

“Mi hijo no puede esperar, necesita una respuesta”: el drama de un nene de 12 años

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Nerali Lizardo y Samuel.

Nerali Lizardo y Samuel.

Nerali Lizardo es la mamá de Samuel, un paciente oncológico de 12 años. “Mi hijo comenzó el tratamiento en marzo del año pasado y el último estudio reflejó que la enfermedad volvió”, cuenta Nerali y explica que el 11 de marzo Samuel pudo retomar su tratamiento y que ahora continúan en la búsqueda de medicamentos para la próxima sesión.

Nerali tiene una obra social que no le brinda servicios ni medicamentos para su hijo y relata que desde el Estado tampoco le dan respuestas certeras. “En la Dadse me dijeron que vaya en 30 días y que recién entonces me van a comunicar si está la medicación o no, ni siquiera ellos lo saben. Yo no puedo esperar, mi hijo necesita una respuesta, su enfermedad no es una gripe”, declara.

Nerali asegura que la búsqueda de medicamentos es permanente y desesperante. “No puede ser que nadie se toque el corazón, necesitamos empatía, mi hijo es un niño y quiere vivir”, dice.

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