Maku Pehuén Ceballos tenía 19 años y vivía en Guernica. El último viernes su cuerpo fue hallado a la vera de las vías del Ferrocarril Roca, a la altura del barrio Copenhague, con un impacto de bala, después de que lo buscaran durante varios días. Todo indica que se trató de un suicidio, dado que además el joven atravesaba problemas de salud mental. En ese marco, El Diario Sur dialogó con su familia acerca de su historia.
El desgarrador testimonio de la familia del joven hallado muerto en Guernica: "Lo mató la depresión"
"Nos deja tranquilos que descansa en paz, su cabecita ya no daba más", expresó la familia del vecino de Guernica. Tenía 19 años y decidió quitarse la vida.
"Mi hermano era luz, era mucho para este mundo de locos. Nos deja tranquilos que descansa en paz, su cabecita ya no daba más", expresó Maite Ceballos, su hermana, en nombre del resto de la familia del joven: sus otros tres hermanos, Tatiana, Gerónimo y Rocío, y sus papás, Mónica y Horacio, junto a quienes vivía en el barrio Parque Americano. "Fueron 19 años de aprendizaje con él, nos enseñó lo que es el amor, la paciencia y el respeto", agregó.
Además, Maite remarcó que el sueño de su hermano era "hacerle una casa digna a su mamá, en mejores condiciones, para que ella pudiera vivir mejor". "El último lunes él le preparó unas tortillas y su mate cocido a mi mamá, como hacía todos los días. Ella jamás en la vida va a volver a sentir ese sabor tan rico", contó sobre el fallecido, que vivía con su familia.
"Nosotros éramos muy unidos, a él le encantaba que nos juntemos a comer". Sobre las últimas veces que vieron al joven, su hermana contó: "El día anterior a irse se estuvo despidiendo de una manera tan silenciosa... es todo muy duro".
El cuerpo del vecino fue hallado al mediodía del último viernes, con un disparo en la sien. "Lo fuimos a buscar a Capital porque él había dicho que quería vivir allá, nosotros teníamos mucha desesperación, pero nos despistó para que no lo encontremos así, hasta el último momento pensó en nosotros", dijo Maite.
"Él estaba en una etapa de depresión. Al principio no se notaba porque era muy alegre, pero aproximadamente tres meses después empezó a dejar de comer, dormía muy poco y tenía la mirada perdida, estaba muy pensativo, pero nos decía que estaba bien, que nos quedáramos tranquilos", comentó.
Sin embargo, Maite se concentró en contar a El Diario Sur cómo era su hermano en vida: "Tenía una personalidad particular que jamás encontrarías en otro ser. Tenía mucho amor para dar a todos sus seres queridos, sobre todo a su mamá. A sus sobrinos también los amó mucho, era muy dulce y amable con cada uno de ellos".
Su hermana también contó que a Maku le encantaba mirar series y que estaba "enamorado de la naturaleza". "Le gustaban muchísimo los árboles, podía estar horas sentado abajo de uno y era feliz", destacó. Además, remarcó que también le gustaba mucho cantar: "No le importaba si lo hacía mal, lo hacía con amor".
"Ojalá cada uno de ustedes tengan un Maku en sus casas", sostuvo la vecina. Y concluyó: "A mi hermano lo mató la depresión, es importante que se dejen ayudar, que nunca dejen de ser unidos como familia".
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