San Vicente |

Crack con futuro: tiene 16 años y ya debutó en la reserva de Defensa y Justicia

Maxi Luayza es de San Vicente y se formó en el Deportivo. Es volante, juega con la 10 y en Florencio Varela se entusiasman con su fútbol. Una historia de sacrificio y humildad para llegar a un sueño.

Maximiliano Luayza tenía seis años cuando en 2008 un cazatalentos del club Lanús lo vio jugar al baby en el Deportivo San Vicente. Su categoría, la 2002, tenía varios mini-cracks y daba que hablar. En ese punto empezó un recorrido lleno de sacrificios para él y su familia. De viajes de largas horas en transporte público, de llegar a casa de madrugada, de exigencia física, de cambiar tiempo de estar en familia o con amigos, por más entrenamiento.

Pero toda esa inversión parece estar empezando a dar sus frutos. El pasado fin de semana, Maxi, con 16 años, debutó como titular en la reserva de Defensa y Justicia, con la número 10 en la espalda, y con augurios de que puede llegar a debutar en primera pronto.

"Es una alegría inmensa jugar en la reserva de un club como Defensa, que está creciendo mucho y pelea un lugar entre los grandes. Me siento muy cómodo en la institución. Te hacen sentir bien, es muy lindo el ambiente", destaca Luayza en diálogo con El Diario Sur. Todavía no tiene contrato, pero vive en la pensión para juveniles en Florencio Varela, y ya no reniega con los viajes y los trenes cancelados que siempre lo mortificaron.

En Defensa, está cerca de algunas figuras de renombre. Para llegar a la primera, tendrá que lucirse ante el director técnico Nicolás Beccacece, que viene de dirigir junto a Jorge Sampaoli a la Selección Argentina en el Mundial de Rusia. En el equipo, el referente es otro mundialista, el histórico "Galgo" Jonás Gutiérrez, célebre por sus corridas y por haber superado un cáncer en plena actividad.

En su familia, no disimulan el orgullo. Maxi cuenta emocionado la gratitud que siente por la dedicación que siempre tuvieron sus papás, Daniel y Cinthia, para que él pudiera hacer lo que le gusta. "El esfuerzo que hacen ellos es enorme. Y gracias a todo ese sacrificio hoy nos toca este momento lindo", resume.

Otro de sus agradecimientos es para el Club Deportivo. "Es mi casa. Siempre lo voy a tener allá arriba al Depo. Gracias al club soy el jugador que soy. Me formó desde los cuatro años y toda la gente me quiere mucho y siempre me ayudaron y me enseñaron", valora. Y destaca un nombre, el del técnico al que más tiempo tuvo, el "Cabeza" Oscar Ruiz: "Hasta ahora me sigue mandando mensajes. Lo quiero mucho".

Primos y cracks sanvicentinos en el "Defe"

El gran compañero de andanzas en el fútbol para Maxi es su primo, Nicolás Luayza, que juega en las inferiores de Defensa y Justicia y al que también le auguran un gran futuro. En el potrero, en el club o en la Play Station, juegan juntos desde que tienen memoria.

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