Un hecho sorprendente ocurrió en una vivienda de Malvinas Argentinas, localidad de Almirante Brown. Un incendio destruyó una casa humilde, no quedó absolutamente nada en pie en la vivienda excepto el altar del Gauchito Gil que tenían en la entrada, el cual quedó intacto.
Almirante Brown: un incendio destruyó una casa pero el altar del Gauchito Gil quedó intacto
El incendio ocurrió en una vivienda humilde en Malvinas Argentinas, Almirante Brown. Los bomberos compartieron las fotos y la sorpresa por lo ocurrido.
Dos dotaciones de Bomberos Almirante Brown trabajaron en el lugar para controlar y extinguir el incendio que afectó a la casa, ubicada en Diomedes e Ituzaingó. Y el mismo personal de bomberos se sorprendió de que, ante el desastre, el altar que se encontraba en la entrada de la vivienda estuviera en perfectas condiciones.
“Sorprendentemente en medio de los serios daños, una imagen del Gauchito Gil no sufrió los efectos del fuego”, dijeron los Bomberos de Almirante Brown en un comunicado. Y asi se puede ver en las fotos, como el altar rojo está en pie en medio del desastre.
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La historia del Gauchito Gil
El Gauchito Gil es una figura religiosa, objeto de devoción popular en la Argentina. Su fundamento histórico está en la persona del gaucho Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Núñez.
Se cree que nació un 12 de agosto de aproximadamente 1847, en Mercedes, provincia de Corrientes. Se confirmó que Gil fue un peón rural y que fue reclutado para luchar en la Guerra de la Triple Alianza.
La leyenda relata que Ñandeyara, el dios guaraní, se le apareció en los sueños y le dijo: “No quieras derramar sangre de tus semejantes”. A partir de esta revelación, decidió abandonar el ejército y se convirtió en una especie de “justiciero”: robaba a los ricos para darle a los pobres, vengaba a los humillados y sanaba a los enfermos. Por estos actos, se ganó la complicidad de la peonada, quienes lo cuidaban y alimentaban.
Sin embargo, el Gauchito Gil fue capturado y sentenciado a muerte por todos esos crímenes. Según cuentan, fue degollado y “su sangre cayó como una catarata que la tierra se bebió de un sorbo”. Fue en ese preciso instante cuando nació el mito.