Desde algunos barrios privados de Pilar iniciaron en las últimas semanas una cruzada contra la presencia de zorros. El caso tomó repercusión en medios nacionales: los vecinos exigen la actuación de la Provincia porque temen el contacto con estos animales y los consideran un peligro para sus mascotas. En Canning, en cambio, fuentes consultadas caracterizaron la convivencia como “pacífica”.
Debate por los zorros: la mayoría de los countries tienen, pero aseguran que la convivencia es pacífica
La mayoría de los barrios privados de la zona cuenta con comunidades de zorros. Se registraron casos de ataques a mascotas, pero no se dan con tanta frecuencia.
“El tema de los zorros es delicado: están los que los defienden a morir y los que les tienen miedo”, sostiene el presidente de un barrio del corredor verde que prefiere no ser mencionado para no herir susceptibilidades en su comunidad. “Por todos lados hay zorros y no es común que haya accidentes, no hay dos mascotas muertas por semana ni nada de eso”, agrega sobre estos animales que, como máximo, puede llegar a pesar 4 kilos.
En todas las administraciones de barrios que consultó Diario Canning reconocieron la presencia de zorros, y en ninguno reflejaron problemas relevantes. “Tenemos una comunidad de zorros bastante importante pero no hemos tenido ningún conflicto. Pasan por los lotes a la noche y es algo común. Los zorros nacen en el barrio, están habituados a la convivencia”, sostiene Fabián Jayat, de Fincas de San Vicente Golf. “Atacan a las liebres y a los teros, pero es parte de un ecosistema que se mantiene, no interviene la mano del hombre”, agrega.
A diferencia de la pueblada anti fauna de Pilar, en Canning y San Vicente los vecinos que se mudaron a los countries en busca de espacios verdes y tranquilidad parecen aceptar que los zorros son parte de “las reglas del juego”, una fauna nativa con la que se puede convivir en paz.
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Ellos, con su forma de ser, colaboran con la armonía: tienen hábitos nocturnos y rehúyen el contacto humano, son más bien asustadizos. Para quienes los quieren lejos, los expertos recomiendan medidas preventivas: tapar la basura, no dejar comida para mascotas al descubierto, cuidar a los animales pequeños por las noches y, dependiendo el caso, cercar los jardines para evitar el contacto. También desaconsejan darles de comer.
Si bien el panorama general es de convivencia tranquila, en Canning hubo casos de zorros que se alimentaron de mascotas o gatos que andaban sueltos en los barrios, lo que generó preocupación entre vecinos, que luego trasladaron su inquietud a las administraciones. Desde Echeverría del Lago, por ejemplo, consultaron por el tema con autoridades gubernamentales que los derivaron al área de Fauna de la Provincia, que es la encargada de manejar esos casos. Desde allí les dieron un instructivo a seguir, en el que dejaron claro que se trata de una especie protegida.
Según informó La Nación, la Dirección de Flora y Fauna cuenta con un protocolo destinado a los barrios privados, el cual detalla una serie de pasos para denunciar, registrar y evaluar cada caso relacionado con la presencia de fauna silvestre, como zorros, gatos monteses o caranchos. Entre las acciones requeridas, cada barrio debe completar un registro por “conflicto con fauna”, realizar una evaluación de impacto ambiental y, si corresponde, llevar a cabo un estudio poblacional de las especies presentes en la zona habitada o en la que se planea habitar. Esta iniciativa ya ha sido adoptada por varios barrios del partido de Pilar.
En ese marco, hay voces en Canning que piden por una intervención más contundente de la provincia para controlar los zorros. “No se los puede sacar, la única forma sería por la fuerza y eso no lo va a hacer nadie. Pero la Provincia tendría que hacerse cargo y ya que son una especie protegida llevarlos a un lugar que sea mejor para ellos”, comentó el presidente de un barrio.
Los antecedentes en Canning
Entre los antecedentes del debate por los zorros en Canning hay uno de diciembre de 2021 en el country El Sosiego. En esa oportunidad, por gestión de un vecino, el área de Fauna de la Provincia trasladó a una familia de zorros que vivía en el barrio a una reserva del Parque Provincial Pereyra Iraola. La familia estaba compuesta por una hembra y cinco cachorros que vivían en el barrio hacía un largo tiempo. Cambiaron la vida entre los caños en los que se habían instalado por una más libre y adecuada a sus necesidades. Otro caso se dio en enero de 2023 en el country Los Rosales, donde los zorros estaban apareciendo con mayor asiduidad y generaron preocupación entre las familias.