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Caos y Cambio. La ilusión del control

Por Mónica Dreyer.

Esta semana económica y su impacto en el mundo me conectó con algunas reflexiones. En nuestra vida soñamos y planificamos un objetivo, una carrera, una familia, una situación económica. Algunos se cumplen y otros no. Me sirvió muchísimo una de las primeras formaciones en la Fundación Interfas con los conceptos de la teoría del caos, complejidad, teoría de los sistemas, físicos como Heinz von Foerter y la cibernética de segundo orden, Gregory Bateson, la comunicación, el aprendizaje y los sistemas mentales como circuitos de retroalimentación.

El mundo estuvo esta semana frente a una inesperada ola. La teoría del caos y la complejidad estudia sistemas dinámicos donde el cambio es imprevisible, no lineal. Se aplica a fenómenos como el clima, una empresa o una comunidad, y rompe con la idea de que todo puede controlarse o predecirse.

Un sistema complejo es abierto, interdependiente, en constante evolución y capaz de generar comportamientos nuevos a partir de una simple decisión. (por ejemplo, la decision sobre los aranceles) Lo que parecía estable y predecible de repente se ve afectado por cambios inesperados o desestabilizadores.

¿Qué implica liderar el cambio? Estamos inmersos en sistemas complejos, sabiendo que el cambio no se controla, pero puede influenciarse creando condiciones fértiles (como cultura, valores o conexiones). El caos no es enemigo del orden, sino un espacio donde nacen nuevas formas. Se valora la flexibilidad, la diversidad, las reglas simples y la retroalimentación continua. Empresas como Spotify aplican estos principios con estructuras descentralizadas, equipos autónomos, probar nuevas ideas, enfoques, tecnologías y aprendizaje colaborativo. Así logran adaptarse rápido en entornos inciertos.

Entonces, ¿cómo trabajamos en la complejidad? Escuchando más. Probando. Conectando ideas y fundamentalmente personas, y sobre todo, aceptando que el cambio no se gestiona, se acompaña. En tiempos de incertidumbre, no hay plan perfecto. Pero sí puede haber equipos vivos, resilientes y capaces de crear juntos algo que nadie imaginó.

En un mundo cambiante, navegar la complejidad es más poderoso que resistirla.

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