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El barbijo no es obligatorio pero en Monte Grande la mayoría lo usa: ¿Por qué?

A pesar de que ya no es obligatorio el barbijo al aire libre, muchos vecinos de Monte Grande lo usan. Sus respuestas ante una recorrida de El Diario Sur.

Desde el 1° de octubre de este año que utilizar el barbijo en exteriores dejó de ser obligatorio ante la reducción de contagios y muertes por coronavirus. Sin embargo, más de un mes después, muchos vecinos de Monte Grande eligen seguir utilizándolo. Las narices y bocas cubiertas no se ven únicamente en las zonas comerciales, sino que incluso en las calles de los barrios. Ante esa situación, los vecinos contaron en una recorrida de El Diario Sur por qué siguen adoptando el uso del barbijo.

“Acá en Monte Grande todo el mundo anda con el barbijo puesto, entonces yo también. Pero en Capital no ando con el barbijo puesto. Ahí no hay problema, la gente anda sin barbijo”, expresó Adela Incaurgarat, quien se encontraba sola, usando el barbijo, mientras paseaba a su perro por la plaza San Martín. Luego, agregó: “Yo voy al Sanatorio Güemes, por la zona de Almagro, Palermo. Allá la gente anda sin barbijo pero acá sí, todo el mundo. Yo no soy peleadora, si todos lo usan, yo lo uso”.

Sandra Juárez, vecina de la ciudad, se encontraba sola, caminando por la calle y con el barbijo puesto: “Yo elijo seguir usándolo porque el virus todavía está en el ambiente. Además lo uso porque tengo mucha alergia y con la primavera, usarlo me beneficia. Pero en mi familia lo seguimos usando porque es lo que me parece conveniente, el virus todavía está. Hay que usarlo por todo el tiempo que sea necesario”.

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Adela Incaurgarat es una de las vecinas de Monte Grande que elije seguir usando el barbijo.

Adela Incaurgarat es una de las vecinas de Monte Grande que elije seguir usando el barbijo.

Felicitas Armoa se encontraba con el barbijo aguardando en la cola para realizar un trámite de PAMI y respondió: “Pienso seguir usándolo. Esto todavía no pasó. Estoy vacunada con las dos dosis, no me ha tocado vivirlo en primera persona ni tengo un caso familiar pero lo uso por prevención. Si estoy sola me lo saco igual, pero sino sí, me cuido. Es precaución”.

Adrián Núñez, vecino que se dirigía a su trabajo hacia el aeropuerto de Ezeiza, expresó que lo sigue utilizando “por mi seguridad y la de mi familia”. Además, agregó: “La gente puede hacer lo que quiera, pero la pandemia todavía no terminó. Hay que seguir usándolo por precaución”.

Por otro lado, Agustina Bugari confesó que elige seguir usándolo “básicamente porque estamos en temporada de alergia”. Luego, completó: “Ayuda un montón con los árboles que hay acá en Monte Grande. Además ya quedó la costumbre porque en el trabajo sigue siendo obligatorio porque estoy en atención al público. Es costumbre, hasta llego a casa y me olvido de sacármelo a veces”.

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Agustina Bugari es otra de las personas de Monte Grande que sigue elijiendo al barbijo.

Agustina Bugari es otra de las personas de Monte Grande que sigue elijiendo al barbijo.

Ante Clarín, el secretario de Investigaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Martín Etchevers explicó la teoría de ‘las tres F’, fight (luchar), flight (volar) y freeze (congelarse) para explicar esta situación. “Son tres reacciones comunes de todos los mamíferos, y que los humanos también tenemos desde el principio de los tiempos, frente a una amenaza. Es el repertorio natural de respuestas que podemos dar ante una situación atemorizante”, explicó.

“Algunas situaciones de la vida exigen un afrontamiento más activo, de pelea, como pasaba con nuestros ancestros cazadores o como le pasa a un estudiante que tiene miedo ante la amenaza de un examen. A veces hay que exponerse y simplemente salir a pelear. Están los más cautelosos y temerosos que sobreestiman las amenazas y que han sido especialmente eficaces desde la perspectiva del cuidado porque se han expuesto mucho menos. Tratándose de un virus cuyo portador es otro humano, las conductas evitativas han sido muy útiles individual y socialmente”, dijo. Y señaló que “independientemente de las pandemias, los humanos tendemos -por distintas razones- a esconder el rostro de modo de ocultar las emociones y dar menos información a quienes observan”.

Vecinos usan barbijo aunque no es obligatorio: Por qué

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