Ezeiza: la Justicia prevé iniciar las pericias este lunes para determinar las causas del incendio
La Justicia busca determinar las causas del incendio desatado el viernes pasado en Ezeiza, a la espera de completarse el operativo de los bomberos.
El siniestro se originó en instalaciones de la empresa Logischem y avanzó rápidamente hacia firmas lindantes, provocando daños severos en estructuras, maquinaria y materiales, en tanto que también se registraron impactos en viviendas cercanas y se percibió en distintos puntos de la zona sur del conurbano bonaerense.
En ese sentido, las causas del episodio se van a determinar cuando los peritos puedan ingresar a la zona luego de que los bomberos aseguren el lugar, en el marco de un itinerario con más de 500 trabajadores junto con 70 dotaciones de bomberos y apoyo de ambulancias, Policía Federal, Policía Bonaerense y Defensa Civil. Así la situación, la investigación quedará a cargo de la fiscal Florencia Belloc, de la UFI 1 de Ezeiza, en coordinación con Bomberos y Policía Científica bonaerense.
Por lo pronto, el director de Defensa Civil bonaerense, Fabián García, aseguró que no hubo riesgo de formación de una nube tóxica, aunque advirtió que hay partículas en suspensión que podrían generar molestias en caso de exposición prolongada.
En simultáneo, Vialidad Nacional reabrió el sábado la circulación sobre la Autopista Ezeiza-Cañuelas alrededor de las 13.30, luego de permanecer cerrada durante aproximadamente 14 horas por el incidente, una habilitación que permitió normalizar el flujo vehicular en una zona que se vio severamente afectada tras la explosión.
Una explosión e incendio en el Polo Industrial
Con el correr de las horas, por lo pronto, la información oficial confirmó que no se registraron víctimas fatales, aunque al menos una veintena de personas sufrieron heridas de diversa gravedad, entre ellas un directivo de la empresa que atravesó un infarto y una mujer embarazada.
El Municipio de Ezeiza confirmó que no se detectaron "signos de contaminación química en el aire"
Ante la magnitud del episodio, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires activó el código rojo, un protocolo internacional que se aplica ante emergencias de “alerta de fuego” y que advierte a hospitales y clínicas sobre la posibilidad de recibir pacientes afectados por explosiones o incendios de alto riesgo, lo que se expresó en establecimientos sanitarios especialmente de Canning y Monte Grande.

