El boxeador de Tristán Suárez Alan Dutra volvió al país después de su triunfo en Arabia Saudita, donde ganó el primer combate del Mundial, en un formato que lo tendrá otra vez en escena en junio, en busca de avanzar a la siguiente instante. El desafío no se presentará sencillo frente al uzbeko Mujibillo Tursunov, y por eso ya se prepara intensamente en su gimnasio. "La sensación es increíble pero ya nos preparamos con la misma intensidad para lo que viene", sentenció.
Mano a mano con Alan Dutrá, el boxeador de Ezeiza que conquistó Arabia Saudita
Alan Dutra volvió a Ezeiza tras el triunfo en el Mundial y avanza en la preparación de la mano de su padre. Además, habló sobre su pasado en el fútbol.
En diálogo con El Diario Sur en las instalaciones del Dutra Boxing, ubicado en el barrio Santa Marta, valoró lo que fue su excursión a territorio asiático, donde superó en gran forma a su adversario del debut, el estadounidense Criztec Bazaldua, por knock-out. "Fue la primera vez fuera del país y se trató de una experiencia única", indicó. Pero pasa rápido la página y piensa en lo que sigue. "Son siete semanas por delante donde vamos a trabajar entre dos y tres veces por día. Va a ser una preparación muy dura y vamos a dejar todo", señaló.
En ese sentido, destacó cuál va a ser la diferencia entre aquel primer duelo y el siguiente, que se dará en casi dos meses. "Durante la preparación para la primera pelea, como no sabíamos qué nos podía tocar, para prepararnos tuvimos que ensayar una semana con un rival derecho y otra con un zurdo. Y ahora que ya sabemos lo que viene vamos a tratar de buscar un sparring parecido para que se pueda entrenar mucho mejor. La idea es tener entre 20 y 30 sparring para esta pelea", afirmó sobre una exigencia compleja que estará a cargo de su padre y entrenador, Rubén, ex púgil profesional, que administra junto a sus hijos -además de Alan está Elián- el gimnasio en la región.
Gran victoria de Alan Dutra, de Tristán Suárez, en el Mundial de boxeo en Arabia Saudita
Vínculo con su padre
Justamente, a la hora de hablar de su padre, manifestó su emoción por lo vivido en los últimos días. "Ir con mi viejo fue una locura. El también fue boxeador, sabe lo que se siente estar arriba del ring y creo que en parte le estoy cumpliendo el sueño a él. Es algo que no puedo explicar con palabras", comentó.
Por lo pronto, Rubén prácticamente no lo deja respirar y ya están enfocados en lo que sigue. "En ese momento me felicitó, me agradeció y está muy feliz, pero apenas terminamos de pelear ya estaba pensando lo que hay que hacer para el próximo, cómo entrenar, cómo hacer la preparación. Yo ya le decía 'pará pa, dejame descansar un poco'", recalcó entre risas. Y puntualizó sobre el retorno: "A la vuelta nos recibieron muy bien, familiares y personas cercanas. Fue muy lindo, lagrimeamos un poco".
Trayectoria en el fútbol
Actualmente Alan tiene 24 años y se dedica al boxeo por mandato familiar desde los 16, pero previamente tuvo contacto con otro deporte, siempre con guantes puestos, porque fue arquero en su época infantil y juvenil. En ese puesto, entre los 10 y los 15, si bien llegó a probarse en Banfield, e incluso habiendo jugado unos meses en Camioneros, tuvo su ciclo más extenso en Tristán Suárez. Sin embargo, por problemas de salud, no pudo seguir.
"Tuve mi época en el fútbol. Soy un apasionado de ese deporte porque tenía problemas de salud, de crecimiento y desarrollo -a partir de un tratamiento con corticoides por asma-. Eso me limitó mucho, más todavía por el puesto, y no podía darlo todo", señaló. Pero encontró en el ring un espacio propio y no lo largó más. "Yo era chico, no tenía la mentalidad que tengo hoy en día, las ganas de vivir de esto, y así que lo dejé un tiempo, me calcé los guantes, me dije que 'esto es lo mio', así que ahora estoy muy feliz", completó.

