Cada 29 de abril se celebra en nuestro país el Día del Animal, una jornada en la que se reivindica la defensa de los derechos de los animales. Pocos saben que el creador de esta fecha icónica es oriundo de Lomas de Zamora. Se trata del abogado Ignacio Lucas Albarracín, quien vivó gran parte de su vida en la ciudad y dejó un legado inmenso.
El abogado de Lomas de Zamora que dedicó su vida a defender a los animales y creó una fecha icónica
Ignacio Lucas Albarracín fue un proteccionista pionero y fundó la Sociedad Argentina Protectora de Animales. Eligió el 29 de abril para honrarlos. Murió en esa misma fecha años más tarde.
La historia de Albarracín comenzó lejos del Conurbano, ya que nació en Córdoba el 31 de julio de 1850 y se crió en la provincia de San Juan. Desde muy joven dedicó su vida a la defensa de los animales, desprotegidos ante la ley y la propia sociedad.
Albarracín era sobrino de Domingo Faustino Sarmiento y fue junto a él que dio los primeros pasos en su cruzada contra el maltrato animal. Sus estudios en abogacía le daban una buena base. La lucha de Ignacio impulsó la fundación de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales en 1879, donde empezó como secretario, hasta que asumió como presidente en 1885. Fue el titular de la entidad hasta su muerte.
En los primeros tiempos de su gestión, Ignacio encabezó campañas contra las riñas de gallos, las corridas de toros, el tiro a la paloma y la doma de toros, actividades que en aquel momento eran socialmente aceptadas y hasta bien vistas. De igual manera se manifestó contra el uso de caballos como medio de transporte. Además, sentía un profundo rechazo hacia los zoológicos: los definía como “una cárcel para inocentes animales que nada hicieron”. Esto hizo que Ignacio fuera conocido como “el loco” por haber sido pionero en perseguir una causa que muy pocos veían como necesaria para la época.
Entre otros logros, Albarracín fue uno de los propulsores de la Ley Nº 2786 de Prohibición de Malos tratos a los Animales, conocida como “ley Sarmiento”.
Con todo ese currículum, no es extraño que Albarracín haya pensado que los animales debían tener su día. El destino quiso que su sueño tuviera un aliado: Clemente Onelli, irónicamente el segundo Director del Zoológico de Buenos Aires. En 1907, ambos propusieron ante el Consejo Nacional de Educación la idea de crear la “Fiesta del Animal”. Se habían inspirado en una festividad llamada “Domingo del animal” que se celebraba en Londres.
La idea tomó carácter oficial y se aprobó para celebrarse desde el 29 de abril de 1908. La fecha fue elegida completamente al azar, aunque desde un principio la idea fue no festejar en marzo, para que no quedara muy pegada al comienzo de clases, ni tampoco en los meses de frío, para que la celebración pudiera hacerse al aire libre.
Debido a las intensas lluvias que habían caído a fines de abril de 1908, el primer festejo se corrió para el 2 de mayo. Se realizó en el Zoológico de Buenos Aires y asistieron 15.000 estudiantes, con la visita del propio presidente de la Nación, José Figueroa Alcorta.
Los últimos días de Albarracín lo encontraron viviendo en Lomas de Zamora, dedicando todos sus recursos a la atención de caballos, perros, pájaros y todo tipo de animales domésticos. Ignacio falleció justo un 29 de abril de 1926, tras celebrar el Día del Animal que él mismo había creado. La última foto de Ignacio fue, casualmente, junto a un perro y un gato en Lomas. Sus restos descansan en el Cementerio Municipal.
Una propuesta para las escuelas
Un día de 1906, Albarracín caminaba por la calle y vio a un grupo de estudiantes que dejaba sus cuadernos para sacar sus gomeras y tirarles piedras a los pájaros. Ese episodio lo impulsó a mover cielo y tierra para que las escuelas formaran a los chicos sobre el respeto a los animales.
“Una lección por semana, durante media hora nomás, ya que los padres de familia en su mayoría la descuidan, y no tendríamos niños terribles que en las calles, y seguramente en sus casas, no respetan a nadie”, dijo en aquel entonces.