Pozo está imputada por comercialización de estupefacientes agravada, ejercicio ilegal de la medicina y lesiones leves. “La calificación se agravó porque el fiscal sostuvo que ella, su ex pareja y amigos tenían una organización destinada a cometer delitos”, detalla su abogada, Nadia Podsiadlo.
El hecho por el cual está procesada surgió por la denuncia de una paciente con fibromialgia -una afección crónica que causa dolores en todo el cuerpo-, quien le pidió que le indicara el aceite para palear dolores. Luego de tomarlo, la mujer se sintió mal, fue a la guardia de un hospital y la médica que la atendió sostuvo que el malestar había sido causado por el cannabis.
En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó quitar el cannabis de la lista de sustancias dañinas. La Organización de Naciones Unidas (ONU) se hizo eco de ese consejo y en 2020, reconoció que el cannabis tiene propiedades terapéuticas. El juicio arranca el 17 de febrero y la abogada de la imputada prevé que será largo. Dado que hay muchos testigos que explicarán el impacto positivo del aceite en los usuarios, que logran tener una mejor calidad de vida.
En la Justicia federal de Córdoba, se dictaron dos fallos absolutorios donde se estableció que el aceite no perjudica el bien jurídico protegido por la norma, que es la salud pública. Una de las causas es la absolución del productor de cannabis medicinal, Daniel Landgren. Un punto clave del caso fue que el fiscal federal que actuó en el juicio, Carlos Gonella, retiró la acusación contra el imputado. El otro caso es el conocido como la “Clínica del Cannabis”, a cargo del médico Carlos Laje. Lo sobreseyó dos veces el juez federal Ricardo Bustos Fierro, aunque el proceso continúa porque la fiscalía apeló.