Este lunes se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una enfermedad que según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Esta situación se ve reflejada en el aumento del consumo de psicofármacos como tratamiento para esta enfermedad. En ese marco, El Diario Sur consultó a dos farmacéuticos de la zona con el objetivo de conocer de primera mano cómo se encuentra actualmente el consumo de antidepresivos y ansiolíticos de la región, y cuál es el impacto de enfermedades como la depresión.
Farmacéuticos de la región aseguran que aumentó el consumo de antidepresivos y bajó el de ansiolíticos
Desde el Colegio de Farmacéuticos de Lomas y el de Echeverría contaron que cada vez hay más vecinos haciendo tratamientos por problemas de salud mental.
“Después de la salida de la pandemia notamos que hubo un aumento tanto de los antidepresivos como de los ansiolíticos, luego se estabilizó y ahora sigue en una especie de meseta”, señaló Edgardo Groppi, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Esteban Echeverría y Ezeiza.
Por su parte, Leonardo Fernández, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora explicó que a finales de año es cuando se produce “el mayor aumento de consumo de psicofármacos, pero eso tiene que ver también con las fiestas de fin de año y todo lo que remueve emocionalmente este tipo de eventos”.
En ese sentido, ambos profesionales explicaron que en los últimos tiempos se abandonó el tabú que se tenía sobre las enfermedades mentales y muchos pacientes decidieron realizar un tratamiento psiquiátrico. “Si nos vamos 10 años atrás, la prescripción fuerte era de benzodiacepinas, casi todos los psicofármacos que se vendían eran esos, que son ansiolíticos”, puntualizó Fernández. El Clonazepam (Rivotril) o el Alprazolam (Alplax) son algunos de los más conocidos dentro de esa rama.
“En el transcurso de los años, ahí se nota mayor consulta con el especialista, se están dando psicofármacos más específicos, por ejemplo, para tratar la depresión, como los inhibidores de la recaptación de serotonina, por ejemplo, paroxetina, sertralina, paroxetina o escitaloprán”, continuó el presidente del Colegio de farmacéuticos de Lomas. “Estas drogas han crecido mucho en los últimos años y ha disminuido en buena manera la cantidad de benzodiacepinas que se dispensan”, finalizó.
En cuanto al grupo de edad más afectado por la enfermedad, tanto Fernández como Groppi coincidieron en que se trata de los adultos mayores. El representante de los farmacéuticos en Echeverría y en Ezeiza aseguró que en ese grupo “se nota particularmente el aumento en las ventas de este tipo de medicamentos, tanto antidepresivos como ansiolíticos”.
En tanto, Fernández indicó que “en muchos casos están solos, no están acompañados por algún familiar. Entonces se ven cuadros de depresión con alta frecuencia”. Además, aclaró que “otro de los grupos de afectados son la franja de entre 40 y 60 años, en el que ha aumentado mucho el consumo de psicofármacos”.
Los síntomas de la depresión
El médico psiquiatra Matías Varela (M.N. 162.746) explicó a El Diario Sur cuáles son los síntomas principales de la depresión: “La tristeza, la anhedonia -perdida de placer en las actividades- y la hipobulia -falta de energía vital- son los principales”, “Se pueden agregar otros que configuran las variantes particulares de depresión. Algunas personas con depresión duermen más, otras tienen insomnio, algunas suben de peso, otras bajan de peso”, añadió.
Varela ponderó que “si bien la enfermedad puede mejorar sin tratamiento, en el curso del desarrollo de la enfermedad se empeora marcadamente la calidad de vida”. “Se resienten vínculos, se pierden oportunidades laborales o de desarrollo personal; en los casos menos graves. En los más graves, basta recordar que el suicidio es una de las principales causas de muerte en adultos y adolescentes en todo el mundo”, enumeró el profesional.
En ese sentido, el especialista remarcó que la depresión viene afectando a cada vez más personas en todo el mundo. “La prevalencia de depresión en el mundo viene aumentando desde inclusive antes de la pandemia, hace ya varios años que es la enfermedad más prevalente a nivel global. Desde la pandemia, muchos de estos casos empeoraron”, finalizó Varela.
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