La facilidad de acceso a las plataformas de apuestas online expone a muchos adolescentes y jóvenes a un uso problemático de esta actividad. Un chico de 14 años gastó los ahorros de su mamá en apuestas e intentó suicidarse. La historia fue publicada por Clarín con nombres falsos para cuidar la identidad del menor de edad y su familia.
Adolescente de 14 años gastó los ahorros de su mamá en apuestas e intentó suicidarse
La mamá del adolescente contó su historia para alertar y prevenir a familias sobre el uso problemático que muchos chicos le dan a las plataformas de apuestas.
La mamá del adolescente fue quien decidió contar la historia para alertar y prevenir a padres y madres. “Comenzó en agosto, aunque es difícil saber cuándo exactamente. Esta es una enfermedad silenciosa que no deja ningún rastro porque el jugador es altamente manipulador y estratega”, contó y explicó que Franco conoció el juego en la escuela. Le había confesado a su mamá que en los recreos “se apuesta muchísimo, porque es plata fácil”.
Franco comenzó apostando poco dinero, el que su mamá le daba para tener o gastar en el kiosco del colegio. El chico hizo sus primeras apuestas y las primera dos veces perdió, pero a la tercera ganó multiplicando su dinero por diez, y ahí empezó el problema.
“Él se bajó un manual del juego de cartas Blackjack, sabía todo sobre estadísticas, seguía influencers que hablaban de apostar e incluso se quiso convertir en cajero de casino online. Llegó a un punto en el que ya no era por la plata, sino que era solo para jugar”, señaló su mamá. Franco tenía la rutina de entrar a las páginas de "Bet30" y "Ge-Bet" (no autorizadas en Argentina) en cualquier momento del día, en el recreo, en la mesa, a la madrugada. Pero luego de esa victoria, comenzó a perder y el dinero que tenía no le alcanzaba para seguir apostando.
“Él comenzó a vender cosas suyas como dos computadoras, un skate, un anillo de zafiro que venía de generación en generación, y los skins que ganaba en el Counter-Strike. Los ofrecía en Facebook, le transferían y con esa plata apostaba”, relató su mamá y explicó que en un momento ese recurso se terminó, no tenía nada más para vender. Fue entonces cuando empezó a sacarle dinero de los ahorros que la mamá tenía en la casa.
“Empezó a sacar cada 100 dólares y, lo más importante de todo, los vendía en una casa de cambio. No les importaba que fuera menor, se lo cambiaban igual”, sostuvo y alertó sobre la cantidad de espacios que trabajan de manera ilegal.
El quiebre del adolescente
El chico de 14 años tocó fondo cuando se dio cuenta que se había gastado todos los ahorros de su mamá y en la caja que tenía 2.800 dólares ya no había nada. En este momento decidió comprar dos frascos de codeína a través de un grupo de Telegram y terminar con su vida. “Esto es por mi adicción, esto es por mi ludopatía”, escribió a puño y letra.
Su mamá recordó qué pasó ese día: “Cuando fui a limpiar me encontré con ese frasco que parecía jarabe de tos. Cuando busqué en Internet me enteré que era un opioide muy fuerte. Después entré a su habitación y me encontré con la carta de suicidio”. Ella fue directamente a la escuela y lo encontró allí dormido.
Luego de ese episodio, Franco quedó internado durante un mes en una clínica psiquiátrica por intento de suicidio. Su mamá rememoró: “Cuando se acostaba me decía, ‘Mamá, yo cierro los ojos y veo el siete, veo el siete, la ruleta’. Me repetía que lo perdone y que me iba a devolver todo”.
El chico de 14 años hoy lleva más de 140 días sin apostar, asiste de lunes a lunes a Jugadores Anónimos. Cambió de colegio y va a una escuela técnica. Si bien tiene celular, la familia instaló un control parental. “Él está en rehabilitación y sabe que durante toda su vida va a tener que tener cuidado porque, con tan corta edad, se le despertó algo muy grande dentro suyo”, expresó su mamá.
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Las plataformas de apuestas
La mayoría de los sitios de apuestas online no tienen licencia, es decir, circulan ilegalmente porque no están autorizados por los organismos reguladores de todo el país. Las plataformas con dominio “bet.ar” son las únicas habilitadas en el país para operar de forma legal. Ninguna de las plataformas autorizadas brinda la posibilidad de que sus apps se bajen desde las plataformas de aplicaciones.
El resto de los sitios de apuestas que terminan en “.com” o los que llevan a un link de MercadoPago o un WhatsApp son ilegales. Eso está sancionado con penas de hasta seis años de prisión. A su vez, las plataformas legales tienen sistemas de validación de identidad que no permiten jugar a los menores de edad.