La fallida visita de campaña del Presidente Javier Milei a Lomas de Zamora del pasado miércoles encendió algo de clima electoral en un contexto de fuerte apatía social, por el que se espera una participación especialmente baja para las elecciones provinciales legislativas del próximo domingo 7 de septiembre.
Menos verduras y más votos
El Presidente quiso replicar el espíritu de sus recorridas triunfales de 2023, cuando agitaba la motosierra y despertaba el entusiasmo de jóvenes y viejos. Esa luna de miel se terminó.
Todavía bajo asedio por los escandalosos audios que describen una posible trama de corrupción que llega hasta su hermana Karina, el Presidente quiso este miércoles replicar el espíritu de sus recorridas triunfales de 2023, cuando agitaba la motosierra en el interior o en el Conurbano y despertaba el entusiasmo de jóvenes y viejos. Esa luna de miel se terminó. En Lomas, los que se acercaron a bancarlo eran, en su mayoría, candidatos a concejales de la región o jóvenes militantes que ya se aproximan a algún sueldo en el Estado. Como siempre, las novedades en algún momento dejan de ser nuevas y lo fresco se va marchitando.
Leé más:
A Milei le llega su destino sudamericano
El peronismo y la sociedad civil que representa la oposición real a Milei recuperó algo de entusiasmo y huele sangre a partir de las sospechas de corrupción y los memes con el 3% (la “mordida” que según los años le correspondía a Karina). Así que en Lomas hubo un grupo autoconvocado de vecinos políticamente intensos pero sin militancia partidaria para repudiar al Presidente. Si se sintieran en minoría y ante la figura de un jefe de Estado al que “banca” una mayoría social, es posible que hubieran preferido quedarse en sus casas.
En cualquier caso, el arrojo de una berenjena, brócoli o piedra (hay varias versiones) a un Presidente es repudiable y terminó la caravana con un fiasco. Escenas similares a las de Lomas, ya sin Milei, ocurrieron en Corrientes, en una recorrida protagonizada por Karina y Martín Menem. ¿Será que le convienen al oficialismo situaciones como estas para mostrarse como víctima del tradicionalmente áspero peronismo del Conurbano y así consolidar su base de apoyo “gorila”?
Las estrategias de bajo vuelo de cada frente electoral son apenas anécdotas cuando nos acercamos al momento sagrado de la democracia, que es la emisión del voto. La política, con sus aciertos y miserias, se define en las urnas, no tirándole verduras a un Presidente. El próximo domingo no debería ser un trámite más, sino la ocasión para que cada ciudadano, más allá de sus simpatías o enojos, ejerza un derecho conquistado que no es natural, sino que llevó décadas de lucha. Votar no es solo elegir un candidato, es sostener la idea de que las decisiones colectivas se toman en democracia y no en las sombras. Más que nunca, vale la pena salir de la apatía, acercarse a la escuela y poner la boleta en la urna.
Leé más:



