Una vecina de Temperley se fue con su familia a Italia y cuenta su vida con humor en las redes
Junto a su marido italiano hace videos de humor para hablar de las diferencias culturales en la familia. Trabaja como profesora de español.
“Hubo muchos motivos para irme entre los que están la inseguridad y la eterna inflación”, aseguró Karina, en diálogo con El Diario Sur. “Pero pienso que también con eso los migrantes encubrimos nuestros verdaderos motivos para irnos. En mi caso sentía que me salía todo mal y necesitaba un cambio rotundo y estar en otro lugar”, sentenció la mujer que es abogada.
“Cuando empecé fue un momento duro, ponía cartelitos en los negocios en los que ofrecía clases de apoyo de español y ahí fue cuando conseguí trabajo en un instituto de idiomas para empresas”, relató Karina, que llegó a Italia con sus dos hijas, que por entonces tenían 12 y 19 años y se instaló en Milán.
En el año 2021, luego de atravesar un momento difícil por la muerte de su padre, comenzó a descubrir la veta de las redes sociales. Primero para promocionar sus libros de poesía e historias de vida de mujeres -en las que están presentes situaciones de violencia de género que sufrió en Argentina- y luego con la cuenta de Instagram que armó con su marido Mattia, de 51, años para mostrar la cotidianeidad de su “familia multicultural”.
“Somos una familia ensamblada con mis hijas y los hijos de mi marido, con el que estoy hace ocho años. Mi hija está de novia con un japonés. Por eso decimos lo de multicultural”, aseguró Karina, que refleja eso en sus publicaciones de Instagram. “Italia es un país chico, pero con una diversidad enorme. Nos parecemos más a los italianos del sur que a los del norte, donde está Milán, que son más formales”, aseguró la vecina.
“Me gusta compartir con la gente. Tengo mucho contacto con los seguidores, que son en su mayoría argentinos”, planteó Karina. “Esto del Instagram me hizo mucho bien, me sirvió mucho para retomar contacto con la gente de Argentina más allá de los amigos y de la familia”, concluyó.
“Se extrañan la gente y los momentos”
“Ya no son las cosas materiales las que se extrañan. Todo se consigue: el dulce de leche, el mate”, destacó Karina sobre sus años fuera del país. “Se extrañan la gente y los momentos, las amistades. Nuestra forma de ser, conocer una persona y que ya te dé un beso”, agregó.
“El emigrante se va a convertir en el ausente de muchos momentos. El paquete viene completo: encontré lo que estaba buscando, que era una vida más tranquila, pero nada es gratis en la vida”, concluyó la vecina de Temperley.
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