El viernes 13 de septiembre, y desde el año 1954, se celebra el Día del Bibliotecario a nivel nacional para conmemorar la labor de aquellas personas que se encargan de la organización, cuidado y funcionamiento de todas las bibliotecas del país. Esta noble y tradicional profesión sobrevive pese a la amenaza que puede representar para muchos el avance de los dispositivos digitales en los distintos órdenes de la vida, lo que deja a los libros de papel en un segundo plano.
Día del Bibliotecario: "La gente le da prioridad a las pantallas, pero no todo está perdido"
El 13 de septiembre se conmemora el Día del Bibliotecario. El testimonio de un profesional de la región sobre la actualidad de su labor.
El Diario Sur dialogó sobre esta y otras cuestiones de la labor de los bibliotecarios con el bibliotecólogo de la Escuela Secundaria N°19, perteneciente al Hogar Evita, y de la Escuela Secundaria "Luciano Valette", Darío Roizen, de Monte Grande. "Más allá del aspecto técnico del trabajo, es decir, procesar y ordenar libros, el bibliotecario se encarga de orientar al usuario con el objetivo de que encuentre la información que busca, ya sea en un libro como en internet, por lo tanto, lo más importante es saber escuchar e interpretar lo que el usuario requiere y saber en qué sitio encontrar lo buscado", sostuvo.
Respecto a la actualidad de la profesión, Roizen destacó aspectos positivos y negativos de que una escuela posea una biblioteca: "Las bibliotecas escolares, en general, tienen poco material producto del desgaste y la poca renovación de libros. Además, en estas bibliotecas, normalmente, no hay internet, por lo que hay mucha información a la que no se puede acceder".
"Del lado positivo, una de las ventajas que se pueden encontrar es la atención personalizada, porque a veces la gente no sabe cómo ni dónde buscar la información, entonces para eso está el bibliotecario", expresó.
Una aspecto importante que remarcó es que los jóvenes y en algunos casos los adultos también, tienen cada vez menos interés en los libros físicos: "La gente le da más prioridad a las pantallas".
La batalla entre la tecnología y el papel
"Hay un fenómeno (la tecnología), que se pronunció mucho más a partir de la pandemia, que tiene sus lados positivos, pero que dejó en desuso el libro en formato papel, en parte fue por los costos y en otra por la falta de contacto entre alumnos y docentes, que provocó un gran desinterés por el libro tanto como fuente de información como fuente de entretenimiento", sostuvo Roizen.
Y continuó: "Esto ocurre principalmente en los más chicos, quienes quieren respuestas fáciles y rápidas, sin importar si son verdaderas o no. Algo aparece en las redes sociales porque es tendencia y la sociedad lo asume como válido o cierto sin chequear si es verdadero o falso".
"No todo está perdido"
El ex bibliotecario de la hemeroteca de la Facultad de Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) comentó que a raíz de la preocupación por la permanencia de las bibliotecas se está llevando a cabo, en algunas instituciones de la provincia, una especie de actividad que busca acercar estos sectores a los adolescentes.
"La última propuesta, sugerida por la Dirección General de Escuelas, fue revitalizar la lectura de un referente, como un bibliotecario, un docente, etcétera, quien deberá leer una historia a un grupo de chicos. Esa simple actividad nos mostró que, a pesar de que no esté instalado el ámbito de la lectura, una buena historia bien contada convoca a la gente a pensar y reflexionar. Esto demuestra que no todo está perdido", sostuvo Roizen.
Y agregó: "Estaría bueno que la gente vuelva a la lectura, pero no por obligación de la escuela o de una institución, sino por placer. Es una forma de recorrer el mundo de las ideas".
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