A través de una norma publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno confirmó que a partir de febrero habrá un nuevo aumento en las tarifas de luz y gas, con incrementos del 1,5 por ciento en la electricidad para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y del 1,6 por ciento en el gas natural para todo el país.
Además del alza en las boletas, se reducirán subsidios para usuarios de ingresos bajos y medios, lo que impactará directamente en las facturas específicas de estos sectores. Estos aumentos, por lo pronto, son levemente menores a los aplicados en enero, cuando las subas fueron del 1,6 por ciento en la luz y del 1,8 por ciento en el gas.
Sin embargo, entre los cambios más significativos está la reducción de bonificaciones para los hogares de menores ingresos (Nivel 2) y de clase media (Nivel 3), lo que implica que pagarán más por su consumo de energía.
Subsidios a la baja
En el caso de los N2, la bonificación en la tarifa eléctrica pasa del 71,92 por ciento al 65 por ciento, mientras que en el gas el subsidio sube del 64 al 65 por ciento, en una especie de equilibrio, aunque estos descuentos aplican sólo al consumo "base" (hasta 350 kWh en electricidad; en gas, varía según la región), por lo que el consumo excedente sigue sin subsidios.
Por otro lado, los N3, con ingresos que van por hogar entre 1 millón y los 3 millones de pesos, la bonificación en la electricidad baja del 55,94 al 50 por ciento y en el gas el subsidio cae del 55 al 50 por ciento. Aún así, se mantienen los topes de consumo subsidiado: 250 kWh en electricidad y un umbral variable en gas según la zona.
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Este ajuste representa un recorte en la asistencia estatal para las facturas de servicios, lo que significa que muchos hogares verán un incremento en sus boletas más allá del ajuste tarifario.