En un contexto de retracción en las ventas de golosinas, los alfajores se consolidan como el producto más elegido en los kioscos. A diferencia de otros dulces que perdieron terreno en los últimos meses, este clásico argentino mantiene su nivel de demanda y en muchos casos se transformó en el principal sostén de las ventas diarias.
El alfajor es la estrella en los kioscos del Conurbano con la crisis: "Hasta reemplazan comidas"
Mientras caen las ventas de chocolates y caramelos, los kiosqueros de la región confirman un aumento sostenido en la compra de alfajores.
Los kiosqueros coinciden en que la gente busca opciones accesibles y de buen rendimiento. Mientras las golosinas de marcas más caras quedaron relegadas por los aumentos de precios, el alfajor se sostiene como una alternativa que combina sabor, precio y practicidad. “En tiempos de crisis, el alfajor dejó de ser visto sólo como una golosina y pasó a ser un alimento”, resumen comerciantes que observan cómo muchos clientes lo incorporan incluso como reemplazo de una comida ligera.
Esto mismo lo sostuvo Daniel Dieguez, dueño de Fantoche, durante una entrevista con La Fábrica Podcast: “Si hay crisis, la gente almuerza un alfajor. Comés un alfajor con una botella de agua y pasaste una comida”.
La tendencia se replica en distintos puntos del país: cigarrillos económicos, chocolates de bajo costo y alfajores figuran entre los pocos productos que resisten la caída del consumo. Para los kioscos de barrio, estas ventas se volvieron claves para sostener la actividad en un escenario en el que otros artículos, como snacks y golosinas importadas, dejaron de rotar en la misma medida.
En la Zona Sur, los kiosqueros remarcan que las ventas de alfajores permiten compensar parcialmente la caída en otros rubros. Con múltiples marcas y variedades, desde las opciones más económicas hasta las tradicionales de primera línea, el alfajor se mantiene como un infaltable en la caja registradora.
“Muchos clientes que antes llevaban variedad de golosinas ahora se ajustan”
Por su parte, Marcelo, del Kiosco Garabatos de Luis Guillón, confirmó la misma tendencia: “La venta de alfajores subió. Hay más oferta y la gente los usa para reemplazar comidas, se venden mucho más”.
Para Marcelo, el descenso en la venta de golosinas está vinculado a la situación económica: “La gente tiene menos efectivo para consumir. No es solo por el aumento en el precio del cacao, es porque no aumentan los sueldos. Antes tenía tres empleados y ahora no, porque el consumo bajó en general”.
Además, aseguró que los hábitos de compra cambiaron: “Muchos clientes que antes llevaban variedad de golosinas ahora se ajustan y reducen. Lo mismo pasa con los cigarrillos y otras categorías”.
“Subieron las galletitas y las cosas con harina”
Marcela, dueña de Kiosco Bono, ubicado en el centro de Monte Grande, explicó que el consumo de golosinas cambió en los últimos meses: “Lo que bajó es chocolates y algunos caramelos. Subieron las galletitas y las cosas con harina. El cacao aumentó un 20 o 30 por ciento en un mes y medio, y eso se siente en los precios”.
La comerciante detalló que los vecinos optan por paquetes de galletitas y alfajores antes que por una barra de chocolate: “Rinde más y es más barato. Antes de comer un chocolate, muchos prefieren un alfajor, que llena de otra manera”.
Cambios en la venta de cigarrillos: las opciones más caras pierden presencia
Los kioscos de San Vicente muestran un cambio en el perfil de las ventas de cigarrillos: las marcas más económicas ganan terreno mientras que las opciones más caras pierden presencia. Según los testimonios de comerciantes locales, la crisis económica modificó los hábitos de los fumadores, que hoy priorizan el precio por sobre la marca o la calidad.
“Hace dos años que dejaron de comprar otras marcas, ahora solo vendemos Red Point”, señalaron del kiosko de la familia Peralta, que afirmó que el consumo en general bajó, aunque el hábito se mantiene firme. Otro entrevistado del 24 horas “Los Peques” aseguró que “la gente busca precio en vez de calidad. Aumentan los precios, pero no baja la venta; al contrario, sube”.
Entre las marcas más mencionadas aparecen Red Point, Lucky Origin, Philip Morris y Marlboro Craft, aunque los comerciantes coinciden en que los paquetes más accesibles concentran la mayor demanda. Incluso algunos clientes optan por llevar cartones completos de marcas económicas, que ofrecen una diferencia de precio aunque mínima.
“Antes se vendían las marcas caras, ahora ya no”, resumió el dueño del kiosco “Mi Sueño” con más de diez años en el rubro. La tendencia refleja un cambio de hábitos marcado por la pérdida de poder adquisitivo en los consumidores.
“Hay muchas más marcas de lo que había antiguamente”
En el marco de los cambios de hábitos que se produjeron en los últimos tiempos como consecuencia de la crisis económica, la venta de alfajores también se incrementó en kioscos y almacenes de la zona de Monte Grande, que registran una importante alza de la venta de este producto que cumple con el rol de “reemplazar” la cena o el almuerzo en época de bolsillos flacos.
Así lo confirmó el presidente del Centro de Almaceneros de Esteban Echeverría, Marcelo Andrade, en diálogo con El Diario Sur. “La venta de alfajores ha crecido mucho, hay muchas más marcas de lo que había antiguamente, cada vez hay más. Yo trabajo varias”, expresó el hombre al tiempo que ponderó que es uno de los productos que más buscan los clientes en el actual contexto.
En ese contexto, Andrade explicó que se pueden encontrar alfajores desde los $600, como es el caso de los Guaymallén, por lo que se trata de una buena alternativa para engañar al estómago a un precio bastante conveniente. “Se vende muchísimo y hay veces que la misma distribuidora no tiene y bueno trato de comprarle toda la semana porque se venden bien”, manifestó el comerciante.
Andrade planteó que durante la etapa más fría del año, entre el otoño y el invierno, fue cuando se produjo la mayor demanda de los alfajores, que prevé que disminuyan durante el verano debido a que lógicamente el calor dificulta la conservación de los ingredientes de la golosina como es el caso del chocolate y que el contenido calórico del producto no es conveniente durante los días de altas temperaturas como los que están por venir.
De cualquier manera, hasta la llegada del verano el alfajor sigue siendo la “vedette” en los pequeños comercios de Monte Grande por su precio. “Se vende muchísimo, no sé si se lo darán a los chicos para el colegio o lo comerán ellos, pero la gente se lleva de a varios”, finalizó Andrade.