La laguna de San Vicente incorporó un nuevo elemento como parte de su paisaje: se trata de una maquinaria acuática dispuesta por el Municipio para hacer tareas de limpieza en el espejo de agua. Básicamente, sus operarios trabajan para retirar progresivamente los juncos y camalotes que “invaden” su superficie.
"La lanchita", la máquina que mantiene la laguna de San Vicente sin camalotes
Mientras se recupera el nivel del agua, operarios del Municipio de San Vicente trabajan con una unidad acuática para despejar camalotes y juncos.
La incorporación de esta lancha con un equipo de trabajadores municipales a su cargo estaba prevista desde 2022, cuando se realizó la obra de limpieza de los camalotes que ocupaban casi totalmente la superficie de la laguna. Pero los trabajos finales coincidieron con la profundización de una sequía histórica, que dejó a la laguna sin agua. Hasta hace algunos meses atrás, todavía se podía caminar por el medio del “ojo”.
Sin embargo, con las lluvias que volvieron en el invierno y la recuperación en buena medida del agua, se retomó el plan y la máquina se puso en marcha. “Tiene una pala, en la punta unas cuchillas, y con eso corta las plantas, las carga, y las descarga en las orillas”, explicaron en el Municipio sobre “la lanchita”, como apodan a la unidad.
Actualmente, el grupo se enfoca en el totoral, es decir en los juncos, que ganaron terreno en la etapa de la sequía. Luego se seguirá con el mantenimiento de los camalotes, que si bien fueron retirados del todo, pueden volver a resurgir en cualquier momento.
En paralelo, desde el Municipio informaron que están trabajando con la Fundación para el Estudio de Especies Invasivas para continuar con métodos de “control biológico” para que los camalotes no vuelvan a expandirse. Ese mecanismo consiste en la cría e inserción en el ecosistema de gorgojos que se alimentan de los camalotes e impiden su desarrollo.
La laguna tiene por ahora, en algunos sectores, un metro de profundidad, todavía lejos del metro ochenta que debería tener en épocas normales. Pero si el pronóstico del fenómeno climático de El Niño se mantiene, lo que implica mayores precipitaciones, en los próximos meses el espejo de agua podría volver a su esplendor.
Leé también: Día de la Talla Baja: la historia de Ruben Rojas, comerciante de Alejandro Korn