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"¿Qué es el TOC?": Salud mental y psiquiatría, por el Dr. Matías Varela

La sigla hace referencia al Trastorno Obsesivo-Compulsivo, una de las formas en las que se presentan los Trastornos de Ansiedad. Se caracteriza por dos síntomas relacionados entre sí: las obsesiones y las compulsiones.

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Las obsesiones son ideas, pensamientos, a veces imágenes mentales o sonidos, que se imponen de forma involuntaria y recurrente en la mente. Quien las sufre reconoce que son ideas absurdas, inapropiadas, y en última instancia fruto de su propia psicología, pero aun así le generan malestar y lucha por ignorarlas.

Las compulsiones son lo que sigue a la obsesión; son actos motores o mentales voluntarios, que alivian el malestar originado por la idea obsesiva. En algunos casos guardan una relación lógica con la idea obsesiva -como lavarse las manos en respuesta a ideas obsesivas de contaminación -, sin embargo, suelen tener asociado un componente mágico -lavarse un número determinado de veces-. Así como el paciente con TOC reconoce el carácter absurdo de las ideas obsesivas, también entiende que las compulsiones son por esto mismo innecesarias, pero efectivas para calmar su malestar.

Las asociaciones más frecuentes son las obsesiones de contaminación con las compulsiones de lavado; la obsesión con el error y las compulsiones de comprobación, como chequear un número determinado de veces si la puerta quedó cerrada o no; o la obsesión por la simetría y sus rituales de comprobación numéricos; como reacomodar los libros en una biblioteca para que resulten en números pares, o contar las baldosas al entrar a una habitación.

Es parte del lenguaje habitual decir que alguien “es un poquito TOC” para referirse a una persona sumamente ordenada, o que demuestra pasión e interés por alguna actividad particular. Por eso es importante distinguir entre obsesiones e intereses, compulsiones y rituales. La diferencia principal es que las obsesiones generan por si mismo un malestar, y requieren de un esfuerzo consciente para ignorarlas o suprimirlas cuando se imponen en el pensamiento. Las compulsiones asociadas a esta idea obsesiva generan asimismo una disrupción en la rutina del día a día del paciente, lo que a su vez empeora la calidad de vida del paciente.

La principal víctima en la vida de una persona con TOC es el tiempo. En casos avanzados, desaparece la resistencia a las obsesiones y toda la vida se convierte en un ritual complejo, lentificándose de forma espectacular.

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