"Se basa en un hecho real, mi papá murió y después se me apareció en clase, a través de una foto", contó a El Diario Sur Luis Climenti, quien tiene 44 años y es vecino de Luis Guillón, sobre su cuento "Mi viejo muerto se me apareció en una clase", el cual escribió en un taller del escritor y editor Hernán Casciari, y se publicará este mes en la revisa Orsai.
"Roberto me empujó a perseguir mis sueños": el conmovedor cuento de un vecino de Luis Guillón
Luis Climenti vive en Luis Guillón y su cuento se titula "Mi viejo muerto se me apareció en una clase". Lo escribió en un taller de Hernán Casciari.
Sobre cómo llegó su cuento a esta revista, el vecino explicó: "Yo me anoté en un taller de Hernán Casciari para mejorar mi escritura, porque tenía ganas de escribir un libro, pero fui sin expectativas. Pero de los 750 cuentos de ese taller, el mío quedó entre los mejores 10, por eso va a publicarse. Eso me envalentonó muchísimo".
"Allí cuento algo real. Cuando era chico tenía 16 años y trabajaba en una radio, pero mi papá se murió y mi idea de ser periodista pasó a un segundo plano. Conseguí trabajo en una oficina y estudié Relaciones Públicas, pero el deseo de ser periodista y contar historias siempre estuvo ahí", rememoró el vecino. Y continuó: "Cuando tenía mas de 40 años tomé la decisión de empezar la carrera, aunque dudaba de si valía la pena. Todo esto es lo que relato".
El cuento continúa y aparecen varios hechos que le confirman a Hernán que había tomado una buena decisión: "Encontré una pluma blanca en mi casa y a la semana me dieron un dinero extra en mi trabajo, con el que pude empezar a estudiar. Pero no termina ahí". "Un día estaba en una clase por zoom, pensando que no tenía sentido eso que estaba haciendo, y presentaron un documental sobre el fútbol argentino donde aparece una foto de mi viejo, representando a los cracks del potrero en la portada".
"Mi papá llegó a jugar en el Club pero en inferiores, nunca llegó a primera ni nada. Fue una locura y eso me confirmó que tenía que seguir por este camino", aseguró Climenti. Además, contó que su papá, llamado Roberto, murió a sus 53 años.
Sobre la experiencia en el taller, expresó: "Que Hernán, a quien admiro mucho, lea mi cuento en voz alta para mí fue increíble, como el hecho de que vaya a salir en una revista que llega a varios países de Latinoamérica".
"Esto le dio fuego a una llama chiquita que estaba dentro mío, y me dio un empujón para seguir escribiendo cuentos cada semana, con la intención de publicar un libro en septiembre", adelantó el vecino. Quienes quieran conocer más sobre sus escritos o contactarse con él, pueden hacerlo a través de su Instagram (@luisclimenti).
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"Mi viejo muerto se me apareció en una clase"
"Cuando tenía 16 años, yo hacía un programa de radio con amigos en una FM local. Pensaba que si estudiaba periodismo, podía trabajar en una radio de las grandes. Pero mi papá se murió y todo cambió. Terminé el colegio y conseguí trabajo en una oficina.
Mucho tiempo después, las ganas de estudiar periodismo volvieron. Pero tenía más de 40 años, la carrera era cara y sentía que el esfuerzo no valía la pena.
Un día, encontré en mi casa una pluma blanca. Dicen los que creen en esas cosas, que son mensajes de los que ya no están. Creer o reventar, esa misma semana gané una guita extra en mi laburo y con eso pude empezar a estudiar. Pero los miedos seguían ahí, quería largar todo.
Una tarde, en una clase vía zoom, compartieron un video sobre el fútbol argentino y una foto de mi papá apareció en la portada del documental. Era Roberto, joven, pegándole a una pelota. Mi papá no fue famoso, ni jugó en primera. Entonces, ¿cómo había llegado una foto de Roberto hasta ahí?
Busqué a los que crearon el documental, les pregunté por la foto y me dijeron que la encontraron en internet, acompañando un texto que yo mismo había escrito unos años antes. Me dijeron que sintieron que esa foto representaba a los cracks de potrero y por eso la eligieron. ¿Casualidad? No lo sé ¿Fue una señal de mi papá para que no dejara de estudiar? No tengo idea, aunque prefiero creer que así fue.
Esa foto me dio la fuerza necesaria para terminar la carrera.
Roberto me empujó a perseguir mis sueños y me demostró que lo que uno quiere te puede aparecer enfrente, en cualquier momento".