Provinciales | Guernica | Autopista Presidente Perón | Obra

Vecinos desesperados en Guernica: sus casas quedaron en medio de la obra de la Autopista Presidente Perón

Son 12 familias cuyas viviendas no fueron expropiadas por Vialidad Nacional, que recientemente retomó los trabajos de construcción. Las calles se inundan, se quedaron sin alumbrado público y no hay recolección de residuos, entre otros dramas.

Calles cerradas o destrozadas y agua que sube hasta la vereda cuando llueve. Ratas y otros bichos que proliferan entre la basura ante la suspensión del servicio de recolección de residuos. Oscuridad total por el retiro del alumbrado público. Tránsito pesado de maquinarias y camiones durante doce horas cada día. Casas rajadas por las vibraciones. La certeza de que cualquier día con una mínima adversidad climática no podrán salir de sus viviendas. La incertidumbre sobre el futuro.

Embed - Vecinos de Guernica atrapados en la obra de la Autopista Presidente Perón

Así es vivir en el medio de la obra para la construcción del tramo de la Autopista Presidente Perón que pasa por Guernica. Lo sufren en carne propia 12 familias del barrio Parque Americano, cuyas casas no fueron expropiadas por Vialidad Nacional como ocurrió con el resto de los vecinos que vivían en las ocho manzanas por las que pasa la traza de la autovía. Hace cuatro meses, aunque el Gobierno Nacional tiene oficialmente frenada la obra pública, los trabajos de la mega obra se retomaron en ese tramo que debería unir Guernica con Florencio Varela. Para la gente del lugar resultó una pesadilla.

El Diario Sur recorrió esta semana la zona y dialogó con los vecinos, que reclaman al Gobierno Nacional la expropiación de sus viviendas, para poder buscar un futuro en condiciones dignas, como las que tenían antes del comienzo de la obra. También señalan al Municipio de Presidente Perón, a cargo de la intendenta K Blanca Cantero, que se estaría desligando de sus responsabilidades básicas como la recolección de basura y el alumbrado público. “Dicen que nuestro problema lo tiene que solucionar Vialidad”, comentan, resignados.

“Estamos sufriendo un abandono total. De Vialidad nunca se acercaron a pedirnos un papel para darnos una solución. Dicen que no tuvieron tiempo y que se quedaron sin dinero. Nosotros estamos a la deriva”, sostuvo Diego Faelo, cuya casa, como la de muchos otros, ya tiene la estructura rajada.

image.png
Una casa sostenida por postes de madera en inminente riesgo de derrumbe; allí vive una familia.

Una casa sostenida por postes de madera en inminente riesgo de derrumbe; allí vive una familia.

Ante la desesperante situación, los vecinos realizaron una protesta este lunes, que les consiguió un encuentro con responsables de Vialidad. “Tuvimos que quemar gomas para llamar la atención, algo que no nos gusta porque somos gente trabajadora. Nos brindaron una reunión y se comprometieron a ver nuestro caso, pero no tenemos respuesta”, planteó Diego. Y agregó: “Lo que queremos es que nos paguen lo que corresponde, ni más ni menos, como hicieron con la otra gente del barrio, para poder irnos”.

La impotencia y la frustración es tal para muchas de las familias que llegan a creer que en Vialidad buscan generar hastío entre ellos para que luego acepten ofertas más bajas por sus casas. “Es cansarnos para que la gente se vaya y bajarnos el precio. Ya uno no sabe qué pensar de ellos”, advirtió Roberto Mendoza, cuya familia tiene un almacén con las ventas desplomadas por la situación del barrio.

Uno de los principales problemas que afrontan los “no-expropiados” tiene que ver con la accesibilidad. Varias casas quedaron aisladas, en medio de la obra, mientras que otras ven sus calles transformadas en un lodazal por la intervención de las maquinarias. Así que hay ambulancias que no llegan, patrulleros que no pasan y muchas dificultades para llegar al trabajo o llevar chicos al colegio. Una de las más perjudicadas es una mujer en tratamiento de diálisis.

image.png
Una casa que quedó completamente aislada en el obrador.

Una casa que quedó completamente aislada en el obrador.

“Mis hijos estuvieron tres días sin ir a la escuela y tengo dos mellizos que los tengo que llevar a terapia y cuando llueve no pueden ir”, contó Melina Contreras, de 29 años. Su casa está en visible riesgo de derrumbe y tuvo que ser “apuntalada” con postes de madera por trabajadores de la obra. “La pieza de mis hijos se está abriendo. Los hice pasar a mi casa para mostrarles el problema que tenemos. Nadie nos da una respuesta, nos viven pateando para adelante y tenemos que vivir de una forma que no es humana”, relató.

Otra vecina con grietas en su vivienda es María del Carmen Funes, jubilada, que reclama por las múltiples oportunidades en que su esposo no pudo ir a trabajar por las inundaciones y señala la problemática de la inseguridad. “No tenemos alumbrado público, es una boca de lobo. Y hemos tenido problemas porque hubo gente que se quiso meter en las casas que fueron expropiadas y quedaron en pie”, describió.

“Vivimos en un pozo”, definió, sin vueltas, Matías Rojas, que trabaja como albañil. Y expresó: “El baño desborda, está todo lleno de bichos, los patrulleros no pasan, las ambulancias no entran… No podemos vivir más así, queremos arreglar y nos queremos ir”.

image.png
El lodazal en el que se convierte el lugar ante cada lluvia.

El lodazal en el que se convierte el lugar ante cada lluvia.

Un barrio marcado a fuego por la “amenaza” de la Autopista

Si bien la obra de la autopista está proyectada desde el siglo pasado, los trabajos reales que empezaban a pasar de cerca por Guernica comenzaron en 2010. Desde entonces los vecinos del barrio Parque Americano supieron que, tarde o temprano, sus casas serían sepultadas por la mole de hormigón que uniría todo el segundo cordón del Conurbano Bonaerense. El sector afectado es de ocho manzanas, queda en el extremo sur de Guernica, cerca del límite con Alejandro Korn. Está lindante a las vías del Tren Roca y a pocas cuadras de la Ruta 210.

Desde que los trabajos de la autopista empezaron a avanzar, los vecinos empezaron a prepararse para el éxodo. Al menos en los últimos diez años no hubo movidas “anti obra”, sino reclamos para tener expropiaciones justas y con celeridad. No fue fácil, pero la mayoría de las familias de las famosas ocho manzanas lo consiguieron y partieron hacia otros destinos. En el medio, quedaron las doce familias sin expropiar y otras dos manzanas sobre las cuales no pasa la traza de la autopista, pero que, cuando esta se concrete, quedarán completamente aisladas del resto de la ciudad.

image.png
Vista aérea de la situación actual del barrio con la obra trabajando a pleno.

Vista aérea de la situación actual del barrio con la obra trabajando a pleno.

La historia de la ruta interminable

Pensada para ser el tercer anillo vial del Conurbano bonaerense —tras la General Paz y el Camino de Cintura—, la Autopista Presidente Perón nació como una obra estratégica para conectar el norte y el sur del Gran Buenos Aires sin pasar por la Capital. Su traza, de 83 kilómetros, atraviesa 12 municipios y une el cruce del Camino del Buen Ayre con la Autovía 2 en Berazategui. El proyecto se lanzó en 2010, pero en 15 años solo se completaron 52 km y la obra está paralizada desde fines de 2023.

Durante sus primeros años, los avances fueron mínimos y fragmentados. Entre 2010 y 2015 apenas se ejecutó un 23%. Las demoras se atribuyen, principalmente, a la complejidad de las expropiaciones: más de 3.900 terrenos a lo largo de zonas sin traza previa. Hubo reactivaciones parciales, sobre todo entre 2020 y 2023, pero el recorte de la obra pública decidido por el gobierno de Javier Milei congeló todo, excepto la reactivación reciente en el sector de Guernica.

Hoy, tramos ya terminados no se usan por falta de enlaces, y en otros, la traza fue incluso ocupada por vecinos. Mientras tanto, crecen los pastizales, los baches y el deterioro. La autopista —que podría facilitar la logística industrial, mejorar accesos a aeropuertos y puertos, y aliviar la congestión vial— sigue siendo una promesa inconclusa. Desde la Provincia reclaman hacerse cargo, pero Nación no responde.

Dejá tu comentario