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Las complicaciones de parejas que tuvieron que volver a vivir con sus padres por no llegar al alquiler

Un informe de Bumeran mostró que para los jóvenes es cada vez más difícil independizarse. Las historias de dos parejas de Zona Sur.

En medio de los inconvenientes económicos a nivel general que atraviesa el país, el panorama habitacional se torna complejo, especialmente para los más jóvenes. En ese sentido, son cada vez más las parejas que vuelven a la casa de sus padres para poder apaciguar los distintos gastos, entre los que los alquileres están en el centro de la escena.

Según un informe de Bumeran que analiza el mercado laboral, el 85 por ciento de las personas encuestadas, especialmente jóvenes, ve más difícil la situación para lograr independizarse, mientras que un 28 por ciento directamente tuvo que volver al hogar familiar tras emanciparse, dado el contexto socioeconómico.

“Siempre estuvieron las puertas abiertas porque siempre me dijeron que había lugar, pero nosotros priorizamos la independencia y la tranquilidad de ganar calidad de vida para estar en un lugar más amplio”, señaló Jorge, que actualmente alquila una vivienda en Temperley junto a su pareja y su hija de un año pero, dados los malabares con los números, prevé mudarse en los próximos meses con sus padres, en Burzaco.

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Cada vez es más díficil alquilar para las parejas de jóvenes.

Cada vez es más díficil alquilar para las parejas de jóvenes.

En diálogo con El Diario Sur, puso el foco en la importancia de tratar de ahorrar, algo que se complica con la situación actual. “Siempre consideré que alquilar no era tirar la plata sino ganar calidad de vida, pero este último año ya siento que estoy tirando la plata porque el peso del alquiler es muchísimo en relación a los ingresos”, comentó el joven, comerciante. “Pensar en ahorrarme esa plata hace pensar que es una buena decisión volver. Lo que cambió en mi fue la concepción de que antes no era tirar la plata alquilar y ahora sí, teniendo la posibilidad de volver”, sentenció, al recalcar que “vale la pena el esfuerzo”.

Una situación similar vivió Pablo, también vecino de Burzaco, en Almirante Brown, y que en los últimos años vivió en lo de sus padres, con la lógica de acolchonar sus finanzas y así comprar su propio hogar. Eso lo consiguió en octubre, a pocas cuadras de donde vivía, pero para llegar a destino tuvo que atravesar diversos inconvenientes tanto con su pareja como con su hija de 6 años.

“Nosotros cuando decidimos convivir, con los ingresos que teníamos nos daba para alquilar pero no íbamos a poder ahorrar”, comentó sobre su labor como contador, en tanto que su mujer es docente. “Teníamos la chance de donde yo tenía mi habitación hacer un monoambiente. Todavía no estaba en planes la nena. Ahí buscamos no alquilar y tratar de ahorrar para comprar un terreno, eso ya teníamos desde un primer momento en la cabeza”, comentó sobre las decisiones que tomaron cuando arrancaron su relación.

Y sumó: “En el medio vino la nena y era chico el lugar para los tres, por lo que surgió la idea de alquilar otra vez, pero seguimos adelante, hicimos algunas refacciones y conseguimos un terreno para comprar. Más allá del esfuerzo, somos unos privilegiados en este país poder tener nuestra propia casa, siendo dos profesionales trabajando. Fue con ayuda de la familia que lo pudimos lograr. Aún tenemos deudas, pero tenemos nuestra casa”.

La convivencia con los padres, un tema difícil

Convivir con los padres en un contexto de búsqueda de independencia puede tornarse difícil, y más aún para aquellos que ya atravesaron el proceso de emancipación y formaron sus propios vínculos.

Pablo, que se mudó recientemente tras convivir con su pareja y su hija en la misma casa que sus papás, lo expresó así: “La convivencia se hace difícil. Muchas veces pasa por la cabeza eso de ‘nos vamos y alquilamos’”. La referencia es para una casa que no sólo los tenía a ellos sino también a otra hermana y su propia familia en el mismo terreno.

Lo mismo piensa Jorge, que desde Temperley se irá a Burzaco, pero convencido que se torna necesario para evitar inconvenientes mayores. “Vale la pena el esfuerzo”, sentenció, al pensar en los números que tiene que hacer, teniendo en cuenta que el alquiler donde está actualmente ronda los 800 mil pesos con la actualización que se avecina.

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