Directivos de escuelas técnicas de la región manifestaron su preocupación en diálogo con El Diario Sur ante el proyecto de Presupuesto 2026 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso. La iniciativa contempla la derogación del artículo 52 de la Ley de Educación Técnico Profesional N° 26.058, que creó el Fondo Nacional para la Educación Técnica.
Escuelas técnicas en riesgo por la eliminación de una partida nacional: la situación en Zona Sur
El Presupuesto 2026 elimina el Fondo Nacional para Educación Técnica. En la Región Sur funcionan más de 30 escuelas técnicas secundarias.
Ese fondo garantiza un piso del 0,2% de los ingresos corrientes del presupuesto nacional para el financiamiento de las instituciones técnicas, por lo que su eliminación generó alarma entre las autoridades educativas locales.
En diálogo con El Diario Sur, Cristian de la Torre, director de la Escuela Técnica N°1 de Esteban Echeverría, advirtió que el recorte ya se viene sintiendo desde el ciclo lectivo 2024. La falta de fondos genera la imposibilidad de proyectar actividades en los talleres sin depender de donaciones o de gestiones alternativas para conseguir insumos.
Recursos en juego
“Los primeros recursos que faltan son los de uso cotidiano: clavos, tornillos, hojas de sierras, luces LED y elementos de protección personal. También se dificulta reponer herramientas que se desgastan con el uso intensivo”, explicó.
La medida preocupa a directivos y docentes de la región porque la educación técnica requiere una inversión sostenida en equipamiento, talleres, infraestructura y formación especializada. A diferencia de las escuelas de modalidad general, estas instituciones enfrentan mayores costos operativos para sostener las prácticas educativas.
Por su parte, Romina Villalba, directora de la Escuela Técnica N°2 de San Vicente, advirtió que el presupuesto previsto para 2026 será insuficiente para el funcionamiento de la institución. Explicó que la escuela recibe una vez al año, a través del fondo Sitrared, unos 3 millones de pesos para 1.400 estudiantes. “Ese fondo es insuficiente porque no llegamos a solventar nada. Básicamente compramos lo consumible, lo que se usa a diario, pero es imposible realizar un proyecto sin recursos”, señaló.
Lee más
San Vicente: abren una semana de turnos odontológicos en el Hospital Ramón Castillo
Educación en riesgo
Según datos del Ministerio de Educación de la Nación, a través del INET y el Registro Federal de Instituciones de Educación Técnica Profesional, la Zona Sur del conurbano cuenta con una importante concentración de escuelas técnicas: Lomas de Zamora lideraba al 2018 con 12 instituciones, seguido por Lanús con 9, Almirante Brown con 5, y San Vicente y Ezeiza con 4 cada uno. En Esteban Echeverría, el relevamiento registró solo dos establecimientos, uno estatal y otro privado.
La reducción de financiamiento complica el desarrollo de proyectos y prácticas profesionales. Actividades que antes podían programarse con un cronograma definido ahora se vuelven inciertas porque no está garantizada la compra de materiales de mayor costo o difícil adquisición.
Sin insumos no hay prácticas
De la Torre señaló que contar con un fondo específico permitía planificar y asegurar que los alumnos tuvieran acceso a los insumos necesarios. “Sin esa previsión, las prácticas pierden continuidad y los aprendizajes se ven afectados”, remarcó.
El director también subrayó que el financiamiento nacional resulta clave para el mantenimiento edilicio. “Las escuelas técnicas requieren más aulas que un secundario común, ya que conviven materias generales y talleres. Este uso intensivo acelera el desgaste de baños, escaleras y áreas comunes, y sin fondos se dificulta atender cuestiones de seguridad e higiene”, explicó.
La calidad de la enseñanza también se ve comprometida. Los fondos permiten comprar hierro para soldadura, placas tipo Arduino para introducir a los alumnos en robótica, filamentos para impresoras 3D o fichas RJ45 para el armado de redes. Sin esos recursos, las prácticas pierden profundidad y actualidad tecnológica.
San Vicente y Monte Grande en alerta
De la Torre destacó que los fondos específicos son esenciales para sostener la formación técnica y enfrentar los desafíos que plantea la innovación. Si los docentes deben preocuparse por conseguir insumos en lugar de capacitarse en nuevas tecnologías, la formación se resiente.
El impacto en la región también es un tema de preocupación: “Un egresado que completó todas sus materias y prácticas no tiene las mismas herramientas que aquel que atravesó carencias en su trayectoria. Esto repercute en la inserción laboral y en el desarrollo productivo”, indicó.
Villalba también describió el deterioro edilicio que atraviesan las escuelas técnicas. “Los edificios están viniéndose abajo porque la mayoría fueron construidos hace muchos años. Tenemos filtraciones que hacen caer agua sobre tableros eléctricos y sectores que directamente no se pueden usar en días de lluvia. No hay mantenimiento ni obras futuras, y ahí es donde el Estado nacional debería estar presente”, advirtió.
La falta de insumos como madera, hierro, clavos, tornillos, discos de corte y electrodos es uno de los principales problemas. “Eso es lo primero que va a empezar a faltar. A veces reciclamos donaciones, pero sin materia prima no hay continuidad pedagógica. Se pierde la posibilidad de aprender, de equivocarse y corregir errores porque no tenemos sobre qué trabajar”, remarcó.
Finalmente, De La Torre envió un mensaje a los responsables de la política pública: “No se puede pensar en un país con técnicos que tuvieron faltantes en su formación. Deben deliberar qué Argentina quieren mostrar al mundo”.