Se conoce como ataque de pánico o crisis de angustia a un episodio agudo y repentino de malestar que despierta reacciones físicas y emocionales que pueden ser muy desagradables para la persona que los experimenta. En general, estos síntomas no duran más que unos pocos minutos y no representan un peligro médico en sí mismo, y es esperable que todos alguna vez suframos uno o dos en nuestra vida, sobre todo ante situaciones de mayor stress. Es hasta dos veces más frecuente en mujeres que en hombres, y se cree que una de cada diez personas que sufren un ataque de pánico desarrollará un trastorno de pánico.
¿Qué es un ataque de pánico?: Salud mental y psiquiatría, por el Dr. Matías Varela
27 de julio de 2024 - 12:30
Cuando los ataques se repiten y se desarrolla un trastorno de pánico, afecta la calidad de vida de la persona no sólo por lo desagradable de las crisis sino también porque genera conductas evitativas anticipatorias. Es decir, el temor a sufrir un nuevo ataque de pánico se vuelve un limitante en sí mismo, haciendo que la persona evite ir a lugares o exponerse a situaciones en las que teme que podría sufrir una crisis.
Los síntomas físicos de un ataque de pánico pueden incluir el aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, una sensación de falta de aire, mareos, náuseas, temblores o sensación de hormigueo en las extremidades; y algunos síntomas psíquicos que son característicos. Principalmente, el miedo a estar perdiendo el control o de estar volviéndose loco, y la sensación de muerte inminente, que va más allá del dolor de pecho, las palpitaciones o las náuseas. Existe una sensación profunda y persistente de que si, efectivamente, esta vez quizás no sea un infarto, quizás no sea un ACV, pero sea como sea lo que estamos atravesando es el prolegómeno de la muerte.
Por esto es que aunque no se trate de una situación de riesgo médico inminente y los síntomas en general desaparecen tras pocos minutos, la persona que los sufre consulta a urgencias clínicas y existen varias entradas a la guardia antes de arribar a un diagnóstico certero.
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