La reunión entre las partes tuvo lugar en el Ministerio de Salud, donde participaron directivos de compañías como OSDE, Swiss Medical, Galeno, Medicus, Sancor Salud, Hospital Italiano, Accord Salud, Omint y Hominis. Por parte del Estado estuvieron presentes la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, junto al jefe de Gabinete de esa cartera, Roberto Olivieri, y dos funcionarios de la Superintendencia de Servicios de Salud, Claudio Stivelman y Juan José Picón.
Uno de los puntos más tensos del convite giró en torno al motivo por el cual los primeros comunicados enviados a los afiliados hablaban de aumentos cercanos al 3,7 por ciento, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del sector salud marcó un 1,8 por ciento.
Según los relevamientos oficiales, los ajustes de las prepagas se ubicaron en una franja que va del 3,5 al 3,9 por ciento, generando preocupación en un contexto donde las tarifas de salud privada inciden fuertemente en los bolsillos.
Cuestionamientos desde el Gobierno
Desde el Gobierno se cuestionó el método que usan estas empresas para calcular los incrementos y en particular se objetó que incluyan ítems como educación o indumentaria, que no tienen una relación directa con los costos operativos del sistema de salud.
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Tras la reunión se prevé que las compañías comunicarán en los próximos días una reducción parcial de los aumentos previstos, buscando ubicarse alrededor del 2,5 por ciento. Además, se debatió cómo será el esquema de actualizaciones a futuro, en función de la evolución del mercado.
